“La gente se olvida de ti y es muy triste y muy duro”. Con esta frase, la artista de origen brasileño Regina Do Santos denunciaba su situación laboral en Espejo Público esta semana. En los años 80 y 90 fue un personaje imprescindible en la televisión, y su fama se alargó en el tiempo hasta el punto de que concursó en Acorralados en Telecinco, hace algo más de una década. Pero en la actualidad casi no tiene trabajo, y el programa llegó a calificarla de juguete roto.

Este jueves, Regina acudía al plató de Espejo Público para dar su versión sobre algunos temas que ya había avanzado en una entrevista previa. Y es que, según su relato, ha sufrido el veto de una mano negra, que le impide trabajar. Señala a la mánager que tenía antes, que le ha cerrado puertas, así como un poderoso productor.

A esto se le suma un bache en la salud, y es que recientemente sufrió un accidente en plena calle, que le causó magulladuras en el cuerpo y en la cara, pues se dobló el pie izquierdo “y volé”, y se clavó las gafas en la caída.

[Rifirrafe entre Mariló Montero y Gonzalo Miró en 'Espejo Público': "Eres tan enfermo de Pedro Sánchez"]

Regina entró al plató bailando samba, y aunque físicamente parecía estar estupenda, por dentro no lo estaba tanto. Que tiene la cara con moratones, pero que el buen trabajo de los maquilladores de la cadena le han hecho lucir un mejor aspecto.

"Estaba llena de sangre"

Al hablar de su accidente, Regina reconoció que fue menos de lo que podría por lo atlética que está, y que tropezó con un “trompito”. “¿Has pensado denunciar al Ayuntamiento?”, le preguntó Susanna Griso a Regina. La cantante y bailarina respondió que no, pensando que no iba a servir de nada. “Ahora que estoy más relajada trato de dar alegría, pero por dentro va la procesión. Estaba llena de sangre”, detallaba.

Sobre su situación laboral, le preguntaron por cómo está, después de una racha en la que tenía muchos contratos, sobre todo, en fiestas regionales. “No llama nadie. Tiene mucha culpa las manos negras que están detrás. Nunca he hecho daño a nadie”, lamentaba la artista. Entendía que a la juventud hay que darle paso, pero “una es una artista y necesita que la gente sepa que está viva”.

En concreto, ha mencionado cómo tuvo un altercado con un productor y “me hizo la cruz”. Y que la mánager, de la que no quiere decir el nombre, no ha vuelto a llamarla tras ir a Pasapalabra (posiblemente, una entrega de 2014). “No voy a decir su nombre, por respeto a su padre, que fue muy bueno conmigo, y por respeto a su madre”, apuntaba sobre esta representante. En la actualidad, al no trabajar, vive de sus ahorros, pues siempre fue “hormiguita”, terminaba diciendo.