Sandy, my love

Olivia Newton-John junto a John Travolta en 'Grease'.

Llegaba a casa en ferragosto nocturno y vi que se ha muerto Olivia Newton-JohnEl luto me enfría, duelo interior de recuerdos que se hacen coágulo en lágrimas invisibles.

Olivia, en su papel de Sandy en la película Grease, inauguró mi olimpo platónico y rubio de una primera infancia tan transicional. En aquel tiempo cuando, sin ver la película ya íbamos a casa de mi hermana Pili, que ponía el disco una y otra vez al grito de guerra del Ai can chuuuu!. No sabíamos inglés, pero lo vocalizábamos perfectamente sin saber lo que decíamos, mientras bailábamos estilo años 70: mal pero con entusiasmo, enérgicos, como si con un movimiento repetido pidiéramos moldearnos hacia la juventud.

Como esos cortes de vídeos que ponen en la noche tardía de la Nochebuena del programa Aplauso, donde se ve a jóvenes con aspecto quinqui, parecen sacados del casting del Picó III, haciendo una especie de danza entre melenuda y autista. Imaginarse que hemos sido así ya nos provoca ternura…a menos que veas las fotos, claro.

Grease es un musical que venero. Yo, que no soy de musicales; me aburren. Pero, con Cabaret, ha sobrevivido a mi biografía fresco como el primer día. Quizá más Grease, por la energía que sigue transmitiendo y por la identificación idealizada con los protagonistas de un futuro de héroes de barrio.

Todo es perfecto en esa película, pero Olivia lo borda. Sonrisa rubia de cara simétrica, como la belleza de una Ginger Rogers en color y de un estereotipo wasp que, en un papel icónico, nos muestra la niña buena de faldita y diadema reconvertida a la fatal de pantalones de cuero y pelo suelto.

En ambos perfiles es una chica que hace algo milagroso: caer bien y enamorarnos. Su cercanía es la clave. Nunca fue para mí un sex symbol ni una loba, ni una diva. Olivia consiguió algo mucho más importante: hacernos querer a la chica cercana de los años 50 americanos, cuyo inmenso atractivo acerca desde la amistad y el amor. Limpio, muy limpio.

No vi más películas de ella. No hizo falta. Sandy es historia del cine como lo es de parte de mis sentimientos primeros que, vaya, recuerdo con nostalgia. Cada vez más nostalgia.

Lo siento muchísimo.



Baby, someday, when high school is done

Somehow, someway, our two worlds will be one

In heaven forever and ever we will be

Oh, please say you'll stay, oh, Sandy!

Descanse en paz.