Digo yo

Pedro Sánchez.

Al tal Iván o no le hace ni p*to caso o si se lo hace es que se trata de un macarra de marca mayor. Y digo yo: a ver qué características debe reunir un asesor para ser seleccionado. Eso de elegir asesores debe ser un auténtico arte y no debe servir el procedimiento de 'pito, pito, gorgorito' porque luego pasa lo que pasa. Y ya puestos, me pregunto quién eligió a los tropecientos eficientes, competentes, refinados que dicen que asesoran. Poco, digo yo.

Las partidas de tute y de subastao que deben echar en sus tiempos muertos. Que algo tendrán que hacer. Es posible que hasta salga de ahí una figura relumbrona de alguno de los dos deportes mencionados. Y corbatas. ¡Socorro! Qué de exquisitas corbatas de seda, que deben tener sus aposentos llenitos de magníficas corbatas porque se las quitan para jugar al subastao y luego se les olvidan.

Porque claro con la ancianidad se puede jugar a rebasarla por el pasillo. Y luego, qué finura, adelantar cruzándose por delante como cualquier víctima impotente de la LOGSE. Con un trapío incorporado que ni Luis Miguel, por decir alguien, en sus mejores tiempos. Y qué pase le asestó al yankee, válgame. Luego se molestará si se le encampana el moro y aprovechan para “no enterarse de nada”.

Ya está bien de hacer el indio subvencionado, en Falcon, con Rayban y desde Doñana. Ya está bien, hijo, ya está bien.

Mira a ver si en una de estas convocas elecciones, porque el retiro ya lo tendrás apalancado. Vamos, digo yo.