Libre te quiero otra vez

Por los puentes de los diálogos

pasa una danza pueril

de tremebundos oráculos

para reírse de ti.

Pasa el estéril bagaje

preñado del infinito,

río ubérrimo, lenguaje,

panza sonora del mito.

El tiempo es diálogo roto,

bipolar de siglo en siglo,

modernamente remoto,

ruidosamente en sigilo.

¡Y pensar que, de consuno,

lo teníamos a mano!,

más plural es sólo uno

que montones grano a grano.

Los zurdos sin libertad

caminan por los excesos,

la luz que no es liberal

es como amor sin los besos.

A besos te habitaré

sin diálogos encubridores,

te quiero España otra vez

libre y firme en tus labores.