España ¿europea?

Banderas de la UE y de los países miembros Piroschka Van De Wouw Reuters

Europa dichosa, estamos aquí por pura coincidencia y azar… La incomparable Europa, siempre tan lejos de nosotros, veinte años dicen las malas lenguas, quizá sean más aún. 

Épocas de avances, de crecimiento, los poderosos europeos que manejan la economía y sancionan por la contaminación, los que apuestan por la libertad y los horarios tempranos. 

España está en la Unión Europea por accidente geográfico, no por avances o poca contaminación. Canalizamos todo según izquierda o derecha, lo que haga la izquierda es malo y lo que haga la derecha también, ¿solución? Eliminar lo del otro. 

En Europa llevan con muchos “Madrid Central” años, el problema de la contaminación es cada vez más serio y palpable. Las muestras de nuestros políticos, afanados en destruir lo que su adversario ha construido, tampoco son nada europeas. La estabilidad y la comprensión entre partidos, de derecha, izquierda, extrema, todos, funcionan en países como Noruega, Polonia, Suecia, Holanda… Las potencias económicas. Aquí no, porque no somos de esa Europa. 

Los sueldos son el reflejo de lo que supuso el cambio de moneda, en nuestro caso de la peseta al euro; ese euro es terriblemente caro y nos ha costado un redondeo que todavía no se asume. Los precios en España son muy bajos para los turistas, somos una ganga europea, porque allí los sueldos equivalen al precio de la vida, al cambio de tuerca cuando decidimos entrar en una moneda única. Todo es más caro, pero ellos tienen sueldos potentes con los que defenderse y poder viajar a países como el nuestro sin grandes esfuerzos.

La educación, que sobrepasa el chiste en nuestro país: cada gobierno un invento, Universidad a precio de oro o colegios privados que ahora están imitando el estilo europeo de educación, ese que lleva funcionando en países nórdicos desde hace treinta años. Potencian desde pequeños las habilidades que cada niño tiene, para lo que son buenos. En Madrid ahora existen tres colegios que tienen ese sistema. 

La autonomía, la estabilidad. Europa tiene muchos países donde estudiar es gratuito, pagan algo simbólico, unos 100 euros de carrera más que nada por puro trámite. Estudian las carreras que quieren, el Estado ayuda a que la gente se independice y forme una familia.

Los horarios para salir pronto de trabajar y tener toda la tarde libre, disfrutar de la vida familiar o dar un paseo e incluso ver tu seria favorita de televisión. Éstas no se emiten a partir de las 22:00-22:30 de la noche, porque al día siguiente tienen que trabajar, como nosotros, pero ellos descansan antes. El horario repartido y organizado, mientras nosotros aún tenemos que cambiar dos veces al año la hora. 

¿Qué de europeos tenemos? Desde el político hasta los derechos de los trabajadores, pasando por sueldos, horarios, educación y contaminación. 

Juzguemos nosotros mismos qué tenemos de Unión Europea. Este año, cuando viajemos a otros países de vacaciones, basta con mirar a tu alrededor y mezclarte un poco con su forma de vida y lo que sus respectivos estados ofrecen. Con ello no digo que sea todo nubes blancas y maravillosas, cada país tiene su ‘lado oscuro’, pero me atrevo a decir que no encajamos en ese club donde aún no vamos como miembros, quizá aún seamos meros invitados.