Me da la risa

El líder de Vox, Santiago Abascal. Archivo

Me da la risa cada vez que se publica una encuesta de intención de voto para las próximas elecciones generales. 

Lo primero que llama la atención es que todos coinciden en que Sánchez ganará las elecciones de calle, en una horquilla que va desde el 33%, que le da un CIS manipulado, hasta el 25% que le dan los medios cuasi-progres de la derechita cobarde.

Nos quieren hacer creer que votaremos en masa a un individuo “Cum Fraude”, que recibió a Torra en Moncloa con el churro amarillo, que organizó una cumbre bilateral Cataluña-España para negociar la soberanía nacional, que admitió un mediador para dialogar con los golpistas, que se ha aliado con los filo-etarras, que nos engañó diciendo que habría elecciones inmediatamente, y que destituyó al abogado del Estado que quería acusar de rebelión en el juicio del “procés”.

Me da la risa, jajajaja, si Susana Díaz se llevó en su cara el bofetón que los andaluces le querían dar a Sánchez, ahora que todos los españoles tenemos a tiro la cara del propio felón, el guantazo va a ser monumental.  

Otra estadística curiosa es la bajada de Podemos. Se nota que las encuestas no saben cómo encajar la total desintegración de un partido de farsantes, que quería terminar con la casta, pero cuyos líderes acabaron comprándose mansiones en Galapagar, pisazos en el barrio de Salamanca, metiéndose unas mariscadas que envidian hasta los sindicalistas andaluces y que encima andan a navajazos para ver quién hereda las cenizas de “Pudimos”. 

Me da la risa, jajajaja. A estos no les va a votar ni el Tato. 

Luego, tenemos las cábalas que hacen las encuestas para estimar el descomunal batacazo que se va a llevar el PP. Una organización corrupta, diseñada para recaudar comisiones a cambio de obra pública. Un partido traidor, que con mayoría absoluta, no derogó ni una de las leyes ideológicas del nefasto Zapatero. Un partido ruinoso, que endeudó a España hasta el 100% del PIB. Un partido cobarde, que ha permitido dos referéndums secesionistas en Cataluña sin hacer nada, y al que le han dado un golpe de Estado que hubiera triunfado si no lo para el Rey. 

Me da la risa, jajajaja. Si de los 137 escaños que tienen les queda la mitad, será porque ganó Casado, si llega a ganar Soraya no les queda ni uno

¿Y cómo evaluar a Ciudadanos? Lo que todos tienen claro es que, encuesta tras encuesta, van a la baja, y no me extraña. Primero se alió con Sánchez, luego con Susana Díaz y luego con Mariano (después de jurar en campaña que nunca lo harían). Más tarde exigió elecciones para aplicar el 155 (para ahora pedir un 155 eterno). Luego le puso a Vox un cordón sanitario (pero aceptó sus votos en Andalucía). Luego se volvió feminista (después de definir como inconstitucional la ley de violencia de género), y para colmo votan que sí a desenterrar a Franco.

Me da la risa, jajajaja. Los que voten a Ciudadanos no saben dónde puede acabar su voto, si con Franco o con la Pasionaria, todo dependerá de por dónde sople el viento.

Y por último, los sondeos no tienen ni idea de cómo encajar a Vox. Un partido que no es un partido, sino que simplemente es la expresión del hartazgo de millones de españoles normales y corrientes, que ven amenazada su nación, y a los que encima les hacen pagar la fiesta.

El problema que tienen las encuestas es que estas no son unas elecciones normales, no hay izquierdas, ni derechas; ni los electores valorarán, como en otras ocasiones, el paro, la economía o las políticas sociales. En realidad, en estas elecciones, solo hay dos espacios electorales: Por un lado, los que están con la abolición de la Constitución del 78 y la proclamación de la Tercera República (con pasaporte al exilio para el Rey), y por el otro, los que tratan de evitar la desintegración de España.

El primer grupo lo liderará Sánchez, gracias al aburguesamiento de “el coletas”. Mientras que el líder natural del segundo grupo es Abascal, que prácticamente sin hacer nada, ve como unos histéricos Casado y Rivera se desploman a diario con su discurso cuasi-progre, mientras que Vox sube como la espuma, simplemente diciendo las cosas que todo el mundo piensa, pero que los progres tienen prohibido decir.    

Por esto, las encuestas tradicionales no tienen ninguna posibilidad de estimar la reacción de un pueblo que ve amenazada la unidad de su nación, y que prepara en las urnas una monumental sorpresa para los encuestadores, que probablemente va a catapultar a Vox en el entorno de los 100 escaños.

Qué cara se les va a quedar a las hordas progres, a la derechita cobarde y a la veleta naranja, a los chiringuitos de género, a los CDR, a los de la desmemoria histórica, a los y las del “lenguaja inclusiva”, a los comunistas millonarios, a los de la Sexta, a los sindicalistas liberados de la molesta obligación de trabajar, y a los que no quieren que comamos jamón.

Que cara se les va a quedar a todos, sólo de pensarlo, me parto de la risa, jajajaja.