El mensaje de Francisco a las familias desde Irlanda

El papa Francisco durante una misa en Ginebra.

Aunque la atención de los medios se haya centrado en los abusos de menores, y el papa mismo se haya referido a ellos en varias ocasiones, Francisco, según Aceprensa, no dejó de abordar el tema del Encuentro Mundial de las Familias celebrado en Dublín la semana pasada, que era el motivo de su viaje a Irlanda. Y ofreció un mensaje estimulante, realista y práctico.

"Dios quiere que cada familia sea un faro que irradie la alegría de su amor en el mundo", dijo el sábado en el Festival con que concluyó el Encuentro. Y al día siguiente añadió: "Cuánta necesidad tiene el mundo de este aliento que es don y promesa de Dios"; y también: "vuestras familias son un lugar privilegiado y un importante medio para difundir esas palabras de Jesús como ‘buena noticia’ para todos"

Esta misión de las familias no está al alcance solo de una minoría. No requiere circunstancias especiales. Se cumple, señaló Francisco en su discurso al término del Festival de las Familias, "a través de pequeños gestos de bondad en la rutina cotidiana y en los momentos más sencillos del día". Y eso es santidad, que "no es algo reservado a unos pocos privilegiados". La santidad "está silenciosamente presente en los corazones de todas aquellas familias que ofrecen amor, perdón, misericordia cuando ven que es necesario, y lo hacen en silencio".

Francisco cree en el poder de irradiación de las familias normales, corrientes. Cualquier familia es un faro si acoge el perdón, que es "un regalo especial de Dios que cura nuestras heridas y nos acerca a los demás y a él". Así, "gestos pequeños y sencillos de perdón, renovados cada día, son la base sobre la que se construye una sólida vida familiar cristiana". Como le gusta hacer, el papa recordó las "tres palabras" que deben pronunciarse a menudo en el hogar: "perdón", "por favor" y "gracias". Y destacó en especial la necesidad de restaurar la paz y el cariño después de una discusión. "No hay familia perfecta. Sin el hábito de perdonar, la familia se enferma y se desmorona gradualmente".

El discurso tocó otros aspectos prácticos de la vida familiar. Animó a los padres a "que bauticen a sus hijos lo antes posible, para que puedan formar parte de la gran familia de Dios". Eso supone una gran diferencia, porque un niño bautizado tiene "el Espíritu Santo en su interior".

"Los abuelos son un tesoro de experiencia, un tesoro de sabiduría para las nuevas generaciones".

Hacia el final del discurso, el papa resumió su mensaje con estas palabras: "Vosotras, familias, sois la esperanza de la Iglesia y del mundo. (...) Con vuestro testimonio del Evangelio podéis ayudar a Dios a realizar su sueño, podéis contribuir a acercar a todos los hijos de Dios, para que crezcan en la unidad y aprendan qué significa para el mundo entero vivir en paz como una gran familia".

Junto al tema principal del viaje, el de los abusos de menores estuvo presente desde la llegada de Francisco a Irlanda. Lo trató ampliamente el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, en su discurso de bienvenida. Al referirse a los "aspectos oscuros" del pasado, en que está implicada la Iglesia (abusos sexuales y también malos tratos a madres solteras o a niños), Varadkar no dejó de recordar la parte de culpa que corresponde al Estado, pues muchos de los desmanes se dieron en orfanatos y otras instituciones que acogían a personas por encargo de los poderes públicos. Así lo señaló un informe oficial de 2009. Fueron, dijo Varadkar, "fallos tanto de la Iglesia como del Estado, y de la sociedad en general".

Francisco, por su parte, expresó en varias ocasiones dolor y vergüenza por tales abusos y se reunió con algunas víctimas. En cambio, no quiso comentar nada, cuando una periodista le preguntó en el vuelo de regreso, sobre la declaración en que el anterior nuncio en Estados Unidos, arzobispo Carlo Maria Viganò, le acusa de haber conocido en 2013 los abusos atribuidos al ex cardenal McCarrick y no haber tomado medidas. El Papa dijo que "la declaración habla por sí sola" y la prensa puede sacar sus propias conclusiones.