Vino y tierra de felicidad

El Canal de Castilla está en las provincias de Palencia y Valladolid. Es una construcción hecha para llevar por medio de barcazas, movidas a vela o tiradas por caballerizas, los productos excedentes, en su mayoría cereales, de las tierras de Castilla. Se pretendía unir Segovia con Reinosa, dentro de la provincia de Santander. El proyecto del Rey Fernando VI y su ministro el Marqués de la Ensenada comenzó en 1753 y finalizó en el reinado de Fernando VII.

De todos los ramales planeados sólo se construyeron y finalizaron dos: Alar del Rey hasta Ribas de Campos y, desde allí la división, a través de las Tierras de Campos, hasta Medina de Rioseco y Valladolid, respectivamente.

He tenido la suerte de nacer en Valladolid. Ejercí mi profesión unos años a lo largo de dicho canal y tener mis orígenes familiares en Cigales. Por ello, disfruto de aquellos lugares con frecuencia, felicidad y paz. Los colores van variando con la época del año, según las hojas de las cepas, campos de cereales y árboles se ajustan al tiempo estacional.

El tramo que discurre entre Valladolid capital hacia Palencia, tiene su cauce en paralelo a la A-62, antigua carretera N-620, desde Burgos a Fuentes de Oñoro, en Salamanca. Unos benditos kilómetros a un lado y otro constituyen la Denominación de Origen Cigales, cultura de elaboración de vino de siglos y siglos de antigüedad.

El enoturismo, que actualmente tan en vigor se encuentra en nuestro país, es una delicia en los pueblos de la comarca. Ese tipo de industria ligada al vino es una vía para mantener, avanzar y continuar con la historia de nuestros antecesores. Las modernas maquinarias, tecnologías y prácticas para mejorar la producción de los cultivos, junto a la pervivencia de las raíces de las tradiciones están recogidas en las diferentes oficinas de turismo de cada ayuntamiento.

Ruta del Vino Cigales es un proyecto para dar a conocer, potenciar y establecer programas para ayudar a los posibles visitantes a conocer nuestras tierras. Allí, en Cigales, era muy normal tener una bodega excavada a una profundidad de 5 ó 6 metros, incluso más. He visto diferentes bodegas, a muy poca distancia de diferencia, donde en una hay una temperatura constante de 12º a 15º.

Los lagares conservados tienen troncos de árboles de más de ocho metros de longitud en una sola pieza. Se utilizaban para aplastar las uvas y obtener el mosto, trasegado desde la cocedera a los tinos de las diversas sisas o habitaciones dentro de la misma bodega.

Las enormes piedras que hacen elevar dichas vigas deben de pesar un par de “quintales”. Aún hoy, al ver esos tamaños, es difícil imaginar cómo llegaron allí abajo hace más de cien años, en tanto que, en la actualidad, se monta un enorme “telar” para realizar cualquier apaño en un edificio. No me refiero a la documentación, permisos, seguros, estudios, recursos, pólizas, impuestos, tasas y certificaciones necesarios ahora.

Allí, en nuestro pueblo, disponemos de una magistral iglesia, cuyo tamaño es considerable. De hecho, se puede ver la misma desde decenas de kilómetros, en el límite de la provincia de Palencia. “Catedral del Vino”, algunos llamamos ahora, por su imponente majestuosidad y, además, ser testigo de los inicios de la Fiesta de la Vendimia de la zona a sus pies.

Pero no solo es vino, no. Nuestros alrededores tienen una orografía muy suave para realizar caminatas entre los majuelos -en otros sitios los llaman viñedos-, monte bajo de encina y algunos pequeños pinares. Puedes ver perdices y codornices, conejos y algunos topillos, incluso algún raposo -algunos llaman zorro-, por aquellos hermosos campos.

Tras aliviar energías, recomiendo visitar alguna bodega, ahora ya modernas, donde comprar vino. Tinto o clarete, fuera de allí llaman rosado, ambos son premiados con frecuencia en concursos y certámenes, nacionales e internacionales. Entre otros Bodega Cooperativa Torondos, Hiriart Rodríguez Sanz, Frutos Villar, Viña Revenga, Emilianus o Museum; La Legua, Salvueros y Sinforiano; Félix Salas. Y deliciosos productos como Miel de San Martín de Valvení, Quesería de Mucientes o Valoria la Buena. De igual forma encontrarán bares y restaurantes, donde se degustan apetitosas tapas y platos. Un paseo por Cigales desde Zocha al Moral, Avenida al Menfis, Los Arcos, Cubeta y A tu vera; de La Uno al Atrio y Bar de Jubilados, a esperas de volver al Mesón se puede disfrutar de Las Barricas y el Gastrobar Clandestino, donde la moderna cocina de mezclar sabores y texturas nos llevan del monte a la mar.

Abrir una botella, tomar un vino y volver feliz a los colores de mi tierra.

Después de este maravilloso paseo volveremos a la vida diaria de nuestro hermoso país llamado España. Aquí, a diario, las calamidades son superlativas y, cuando alguna es inmensa, ahí aparece un buen sector del Congreso de los Diputados para legislar a favor de delincuentes, mientras víctimas sólo pedimos Justicia.