Sandra Sanz, propietaria y gerente de Granier Zaragoza

Sandra Sanz, propietaria y gerente de Granier Zaragoza Instagram @granierzaragoza / E.E

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Sandra, autónoma en Zaragoza, estalla: "Durante los 7 días trabajamos casi las 24 horas, pero no puedo coger una baja"

Esta emprendedora zaragozana ha revolucionado las redes con su sinceridad ante la situación que viven miles de autónomos españoles día a día.

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Tres establecimientos y 32 empleadas. Eso es lo que Sandra Sanz ha conseguido desde la apertura de Granier Zaragoza, una red de cafeterías y catering ubicada en las principales arterias de la capital maña: Calle Cinco de Marzo, Paseo María Agustín y Calle Delicias.

Sin embargo, este crecimiento no es fruto del azar. Detrás de cada persiana de un negocio hay cientos de horas de trabajo, un esfuerzo económico gigantesco y mucha valentía e ilusión, muchas veces truncados con el trato de las instituciones españolas a los pequeños emprendedores, pymes y autónomos.

¿Quién no tiene un familiar, un amigo o un conocido que ha apostado todo por su emprendimiento? Si les preguntas, todos coinciden en una misma sensación: la de vivir sometidos a una presión inhumana.

Esto es exactamente lo que ha puesto sobre la mesa esta emprendedora zaragozana, que con apenas un par de vídeos en redes sociales, ha logrado millones de visitas y comentarios apoyando su manera directa y honesta de visibilizar esta problemática.

"Cariño, no emprendas"

Duro, pero cierto. Así comienza Sandra su vídeo evidenciando el desgaste emocional que acompaña a muchos compañeros del sector: "Si mi hijo me pidiera consejo, le diría: 'Cariño, no emprendas porque nadie va a estar de tu parte. Si emprendes, que sepas que vas a estar solo'", afirma.

Sumados a los problemas del día a día, la gestión de caja es otro aspecto fundamental. A este respecto, sostiene: "Tenemos que dosificar muy bien los ingresos porque no todos los meses son lineales, y ese mes malo nadie te perdona nada. Con los impuestos ocurre lo mismo, tienes que dosificar tu dinero y, si no tienes en la caja de la empresa, lo pones de tu dinero personal", añade.

Una realidad que muestra cómo la estabilidad económica del autónomo depende, muchas veces, de sacrificar su propio bolsillo para mantener el negocio a flote o incluso, tener que pedir ayuda a familiares en casos extremos. Todo ello, sin descanso:

"Durante los 7 días trabajamos casi las 24 horas, pero no puedo coger una baja. Yo no enfermo porque mi cuerpo está en alerta desde hace 13 años", señala.

"Queremos tener las mismas condiciones que cualquier trabajador"

En una llamada telefónica con El Español de Aragón, Sandra profundiza en esta sensación de vulnerabilidad constante. Describe su día a día como "caminar en un desierto de invisibilidad", donde el sacrificio no tiene recompensa en forma de derechos básicos.

Para ella, y para la gran mayoría de autónomos y pymes, la falta de apoyo institucional erosiona poco a poco la ilusión que impulsó el proyecto desde el inicio. No pide privilegios ni beneficios extraordinarios, sino igualdad de trato:

"Si tú enfermas, cobres lo mismo que cobra un trabajador; que si tienes cualquier tipo de problema, te echen una mano. Garantizar una pensión digna, coger una baja, etc", afirma a El Español.

Su mensaje conecta con una demanda histórica del colectivo autónomo, como demuestran los más de 3.000 comentarios de su último vídeo. Un colectivo que, durante años, ha denunciado la falta de protección real pese a ser uno de los principales motores económicos del país.

Sandra insiste en que detrás de cada negocio pequeño no hay ambición desmedida, sino vocación y ganas de aportar valor a la comunidad. "No nos mueve la ambición, nos mueve la ilusión", subraya. Esa ilusión, según explica, es la que mantiene en pie a miles de emprendedores que sostienen largas jornadas, incertidumbre y obligaciones fiscales sin pausa para ofrecer servicios esenciales en ciudades como Zaragoza.