Montaje del pueblo aragonés y una imagen de carne a la brasa.

Montaje del pueblo aragonés y una imagen de carne a la brasa.

Vivir

El pueblo de Aragón donde se come muy bien por menos de 20 euros: medieval y cerca de Zaragoza

El pequeño pueblo es conocido por su arquitectura medieval y por ser la sede de un gran campeonato mundial.

Te puede interesar: Comienza GastroGarnacha: Zaragoza marida las mejores tapas y el mejor vino con un precio irresistible

Zaragoza
Publicada

A poco más de una hora en coche desde Zaragoza, entre colinas, olivares y recuerdos de tiempos pasados, se esconde Alcañiz, un pueblo aragonés que lo tiene todo: historia, encanto medieval y una gastronomía que sorprende… sobre todo al bolsillo.

En este rincón del Bajo Aragón puedes pasear entre murallas y calles empedradas, disfrutar del campeonato mundial Gran MotoGP, y comer de maravilla por menos de 20 euros. ¿Suena bien? Pues espera a conocer el Restaurante Meseguer.

Teruel es una provincia poco valorada, y eso que cuenta con el mayor número de pueblos ¡dentro del listado de los más bonitos de España! Teruel hay que reivindicarla, por su belleza y por sus productos de calidad. El jamón de Teruel ya tiene su reconocimiento, pero la zona cuenta con mucha más oferta gastronómica digna de Estrella Michelín.

Alcañiz, donde se come bien

Alcañiz no es un destino cualquiera. Su imponente castillo de los calatravos (hoy convertido en Parador Nacional) domina el paisaje y cuenta historias de cruzados y batallas. La plaza de España es el corazón del pueblo, rodeada de soportales, con la torre gótica de la iglesia de Santa María apuntando al cielo.

Y si visitas durante el Mercado Medieval (que se celebra cada año en junio), lo entenderás todo: trajes de época, puestos de artesanía y aromas de comida tradicional llenan las calles. Un viaje al pasado sin máquina del tiempo.

Pero vayamos al grano. En Alcañiz también destaca su cocina. Aquí se come con raíces, con producto local y con ese mimo que solo se da en los pueblos donde la tradición manda. El aceite de oliva del Bajo Aragón, el jamón de Teruel, las verduras de la huerta… Todo está presente en platos como el cordero al horno, el arroz con bacalao y patata, o las migas con uva y longaniza.

Y ojo con los postres: roscones de zurra, tortas de alma (rellenas de calabaza), mantecados... Muestra sabrosa de por qué los aragoneses somos famosos lamineros. El pueblo aragonés cuenta con varios bares y restaurantes ideales para tomar el vermú o sentarse a comer, pero hemos querido destacar uno.

Restaurante Meseguer

Si hay un sitio que se ha ganado el cariño y el estómago de locales y visitantes, ese es el Restaurante Meseguer. Abierto desde 1982, este restaurante familiar combina tradición y creatividad con un menú del día por 20 euros.

El restaurante tiene también otros menús si se busca algo más delicatesem: Menú especial, Degustación Treme, Degustación Meseguer, y una carta si queremos pedir libremente diferentes platos.

La propuesta de los platos es espectacular, solo con los nombres se empieza a babear: Tostada de sardina del Cantábrico ahumada con gelatina de vermut, pastel de pescado y marisco con wakame y salmón, canelón de bogavante con crema de marisco, entrecot al roquefort o a la parrilla, rodaballo al estilo de Orio... y un largo etcétera capaz de hacer rugir al estómago más sibarita.

Cuenta con proveedores de confianza, producto de cercanía y un equipo que cocina con alma. Nada de florituras innecesarias: aquí se viene a comer bien, y punto. Además, el local es amplio, acogedor y perfecto tanto para una comida tranquila como para celebraciones.