
Lucas consigue salvar a su gata Kala gracias a internet: "Necesitaba un donante, era una situación de vida o muerte" Cedida.
Lucas salva la vida de su gata Kala gracias a internet: "Necesitaba un donante, era una situación de vida o muerte"
Pidió ayuda a través de redes sociales y recibió decenas de mensajes y llamadas para ayudar a su gata Kala.
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Internet puede ser maravilloso. Ya se sabe que las redes sociales son un gran altavoz, tanto para lo bueno como para lo malo. En esta ocasión, han servido para lo bueno: salvar a Kala, una gata que estaba a punto de morir debido a la falta de glóbulos rojos.
Lucas notó que su gata se comportaba de manera extraña y la llevó al veterinario. Allí le informaron que su hematocrito estaba "bajísimo, a menos de 4,8". El hematocrito es el porcentaje de glóbulos rojos en la sangre, y los niveles bajos indican afecciones como la anemia. "Estaba a punto de morir, necesitaba una transfusión urgentemente, pero no había sangre disponible", relata Lucas. Ante la mala noticia, comenzó a pedir ayuda entre sus contactos.
"Escribí a todo el mundo preguntando si tenían un gato", comenta Lucas. Sin embargo, el donante debía cumplir con ciertos requisitos para poder ayudar a Kala: estar sano y pesar más de 5 kilos. Además la veterinaria le comunicó que había cierto riesgo para el donante "La veterinaria me dijo que había un riesgo para el donante, no quería asumir esa responsabilidad y borre la publicación". Pero el mensaje de ayuda se hizo viral, "Las redes sociales sirven bastante para estas cosas. Hubo gente que lo compartió", explica Lucas, agradecido. Y así fue "Una amiga de un amigo mío cogió el gato de su madre. Todos vinieron, y tras el análisis de sangre para comprobar que estaba sano y era compatible, lo llevaron para la operación", nos cuenta.
Lucas acogió a Kala a petición de una amiga. Ya tenía una gata y estaba pensando en adoptar otra cuando su amiga le comentó sobre una gatita callejera. Fueron a recogerla y, después de las pruebas pertinentes, se la quedó en casa.
Este jueves se realizó la operación de Kala y todo salió bien, "Ya come por su propia voluntad y tiene más energía", relata un Lucas optimista pero con cautela "Todavía está en peligro, así que habrá que esperar". Historias como esta, en las que la respuesta de la gente es inmediata y eficaz para ayudar a un animal enfermo, nos dan esperanza en la humanidad.