
Croquetas caseras.
Ni de jamón ni de bacalao: así son las mejores croquetas de mi abuela aragonesa y sus trucos infalibles para hacerlas
Te damos la fórmula de las abuelas aragonesas para conseguir las mejores croquetas: extracrujientes por fuera y cremosas por dentro.
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- Total: 1 h 5 min
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Nadie se atrevería a cuastionar que las croquetas son el plato más versátil y uno de los más apreciados de la gastronomía española.
Tanto es así que existen tantas variedades de croquetas como las hay de platos tradicionales, pues estas son ideales para reciclar las sobras de casi cualquier plato del día anterior.
Algunas de las croquetas más famosas son las de jamón, boletus y bacalao. Sin embargo, cada zona del país tiene sus propias recetas tradicionales de croquetas. Mi abuela aragonesa hacía unas croquetas bienísimas de cocido.
Las croquetas más famosas en Aragón, sin duda son las croquetas de aprovechamiento de cocido. Una receta que hacía mi abuela muy a menudo y que ahora las hace mi madre. Es cierto que esta, solo las hace en ocasiones especiales como en Navidad o algún cumpleaños, pues la receta de las croquetas, aunque sencilla requiere tiempo y paciencia.
Las corquetas de cocido de mi abuela, nada tienen que ver con las clásicas de jamón o de bacalao; estas están buenas, pero no tienen que hacer nada frente a las de mi abuela aragonesa, tiernas por dentro y crujientes por fuera. Para conseguir estas croquetas deliciosas tenía varios trucos que os voy a compartir.
Cómo hacer croquetas de cocido
Las croquetas de cocido son una deliciosa y tradicional manera de aprovechar las carnes que sobran del cocido. La receta de aprovechamiento consigue transformar las sobras en un relleno sabroso y rico, envuelto en una masa suave de bechamel.
Después de hacer la masa y preparar las bolitas, se rebozan en huevo y pan rallado, y se fríen hasta alcanzar una textura exterior crujiente y dorada. Esta es la receta de las croquetas de mi abuela, y luego te cuento sus trucos para que queden perfectas.
Ingredientes para croquetas de cocido
- 250 gramos de sobras de carne de cocido
- 1 cebolla
- 70 gramos de harina
- 250 ml caldo de cocido
- 500 ml de leche entera
- Sal y pimienta
- Pan rallado y 2 huevos para el rebozado
- Aceite de oliva para freír
Paso 1
Limpia las carnes de huesos y pícalas muy finas.
Paso 2
En una sartén, sofríe la cebolla picada hasta que esté transparente. Añade la harina y remueve durante un par de minutos.
Paso 3
Agrega el caldo de cocido y seguidamente la leche, poco a poco, sin dejar de remover para evitar grumos.
Paso 4
A los cinco minutos de haber echado toda la leche, incorpora la carne del cocido y sal. Cocina la bechamel durante al menos 20 minutos, removiendo constantemente, para lograr una textura suave y cremosa.
Paso 5
El relleno estará listo cuando la masa se separe de los bordes de la sartén sin dejar mancha. Vierte la mezcla en un recipiente y deja enfriar durante 6 horas.
Paso 6
Con la masa ya fría, forma las croquetas con las manos. Puedes hacerlas redondas, pero mi abuela siempre las hacía alargadas.
Paso 7
Pasa cada croqueta primero por huevo batido y luego por pan rallado.
Paso 8
Calienta abundante aceite en una sartén y fríe las croquetas hasta que estén muy doradas por ambos lados. (Si quieres un crujiente extra repite el proceso de rebozado)
Paso 9
Coloca las croquetas fritas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y sírvelas calientes.

Croquetas en una imagen de Shutterstock.
Además de seguir estos pasos para lograr las deliciosas croquetas de cocido, existen algunos trucos que solo las abuelas y madres aragonesas conocen y hacen que las croquetas queden perfectas: jugosas por dentro y crujientes por fuera.
Así, cuando la mezcla de bechamel y cocido se ha enfriado, es cuando las abuelas aragonesas se ponen manos a la obra para darles forma a las croquetas. Aquí es donde entra el arte: se hacen pequeñas bolitas o cilindros con las manos, y se les da la forma clásica de croqueta (alargada) aplastandolo un poco. La forma de la croqueta es importante.
Otro de los trucos es la manera que tienen lasabuelas aragonesas de freír las croquetas. En este sentido, suelen freírlas en tandas pequeñas para evitar que se enfríe el aceite. Esto también asegura que las croquetas se cocinen de manera uniforme. Acto seguido, una vez fritas, se colocan sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Por otro lado, si desean hacer unas croquetas todavía más crujientes, algunas abuelas aragonesas repiten el proceso de pasar las bolitas por huevo y pan rallado una segunda vez.