Julia, superviviente del trágico incendio en una residencia de ancianos en Zaragoza
Julia, superviviente del trágico incendio en una residencia de ancianos en Zaragoza: "Fue horroroso"
Esta mujer de 96 años se encontraba en la primera planta cuando se ocasionó el incendio en la planta baja. Fue evacuada por sus propios familiares.
“Fue horroroso”, señala Julia, una anciana de 96 años que se encontraba en la primera planta de la residencia DommusVi donde se ocasionó un incendio a las 23.10 de este viernes en el que falleció un hombre de 93 años.
Según relata esta mujer a la salida de la residencia a primera hora de la mañana, fue evacuada por su propia familia. “Llegamos muy pronto, antes de que llegasen efectivos y subimos corriendo a buscarla”, relata su nieta, Julia también de nombre.
“Cuando los encontré en mi habitación pensé que era ya de día”, cuenta la mujer de 96 años. A lo que añade que de repente comenzó a oír “corre, corre” de otros residentes ante lo ocurrido. Un detalle que sus familiares se han echado a reír.
En el caso de esta mujer, su familia destaca la “suerte” que tuvieron ya que estaba ubicada en la primera planta junto a unas escaleras exteriores: “Decía dadle un empujón fuerte”, señala a las puertas de la residencia.
Así, esta mujer fue una de las evacuadas en el interior del patio de la residencia hasta poder volver a su habitación: “Nos tenían con mantas porque teníamos mucho frío porque salimos con la ropa de dormir”. De esta forma, finaliza emocionada: “No nos lo esperábamos de verdad. Fue horroroso”.
Su nieta recalca una y otra vez el “gran papel” de los jóvenes que se acercaron a ayudar y se volcaron. Entre ellos se encontraba el novio de su hija: “De repente lo dejamos de ver porque estaba dentro sin parar de intentar de sacar personas mayores y rompiendo cristales de las ventanas para poder evacuarlos”, enfatiza.
Unas horas después de que ocurriera la tragedia. Julia explica que los residentes se encuentran bien y en el interior solo se ve la oscuridad que causó el humo del incendio. A los alrededores de la residencia aún se pueden ver vestigios del incendio, sobre todo, en las ventanas de la planta baja donde se ven innumerables cristales rotos del afán de los efectivos y los vecinos que se volcaron a ayudar en la evacuación.