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La cárcel de Zaragoza, una de las más peligrosas de España: la plantilla pide más personal contra las agresiones

Un funcionario de prisiones terminó herido con la pérdida de dos Dientes y una fisura en la mandíbula tras una agresión cometida por un preso el pasado viernes. 

Más información: "Fin de semana negro" para los funcionarios de la cárcel de Zaragoza: amenazas de muerte y una mandíbula fracturada

Zaragoza
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Las últimas agresiones acometidas por presos a funcionarios del servicio penitenciario de la cárcel de Zuera ha hecho que se alce la voz de alarma por parte de sus trabajadores. El viernes pasado un trabajador terminó con la mandibula fisurada y sin dos dientes ante la agresión cometida de un joven interno en el módulo de alta conflictividad. Los ataques propinados por el interno a base de patadas, puñetazos y golpes dificultaron su reducción mediante cuatro funcionarios, resultando uno de estos heridos. 

No fue la única agresión que se cometió en el centro del municipio de Zaragoza, sino que menos de 24 horas después, el sábado 8 de febrero, un interno "problemático" se negó a hacer caso de los funcionarios para que mantuviera la fila en la cena lo que propició una serie de amenazas como "vete a tomar por culo" o "te voy a matar" antes de abalanzarse sobre ella.

Las agresiones continudas que se están viendo efectuadas en el centro penitenciario de Zuera no son un tema de ahora, sino que se viene reflejando esta realidad desde haces años. Según pudo confirmar EL ESPAÑOL, la resolución de Transparencia relativa a 2024, detalla que las agresiones a funcionarios en la cárcel de Zaragoza alcanzaron la veintena. Suponiendo así uno de los centros con mayor número de agresiones después de Puerto III, en Cádiz, y Soto del Real, en Madrid.

Sin embargo, desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, confirmaron a este periódico que tienen constancia de los altercados recientemente acontecidos en la prisión aragonesa y descartan que este centro de reclusión sea uno de los más peligrosos de España

El sindicato de prisiones TAMPM denunció el pasado domingo la situación actual que se vive en el centro zaragoza. A esto mismo, el sindicato CSIF también denuncia la situación en la que viven los trabajadores: "Pedimos que haya más atención médicaTenemos muchos enfermos mentales que han terminado en las prisiones. Al final es un sitio cerrado que los encierran allí y ahí se quedan, pero que no reciben un tratamiento adecuado con su enfermedad", Alfonso Peiró, responsable de Prisiones de CSIF Aragón.

Desde el sindicato señalan que el combo de falta de médicos y sin una atención continuada con los problemas de salud mental que acarrean algunos reos resulta una "bomba". "Esta situación provoca que se den este tipo de circustancias", denuncia. 

No son las únicas carencias que ven, ya que, a pesar de que la cárcel de Zuera se abrió el pasado 2001 recalcan que no ha habido un aumento de personal en ningún momento. "Los puestos de trabajo son los mismos que cuando abrieron y las prisiones han cambiado en estos 2024. Tenemos un déficil de un 15% de la plantilla", detalla Peiró. Así, reclaca que esta situación se llega agravar cuando ocurre alguna baja de larga duración que entonces los recursos disminuyen aún más. 

Sin formación de seguridad

A todo esto, se añade la poca actualización del reglamento penitenciario y del régimen disciplinario que siguen operando con 40 años de antigüedad. En concreto, ambos son de 1986: "Están totalmente desfasadas por la realidad penitenciaria", manifiesta Pieró. 

Por todo ello, sus formas de defenderse denuncian que son escasas y un tanto irreales a la situación que se vive dentro de los centros. "Según la ley, se utiliza la fuerza física y solo tenemos a nuestra disposición grilletes y eso solo sirve para llevar a una interveción, y defensas de gomas, que sirven para dispersar algo, mientras que lo que nosotros buscamos no es eso", detalla. 

De esta manera, los funcionarios están supeditados a utilizar su fuerza física para reducir agresiones algo que para lo que denuncian no tienen la formación requerida y "terminamos muchas veces lesionados".