Sello aragonés en el Báltico: así se diseña desde Zaragoza un elemento clave del mayor túnel submarino del mundo

Tiene 18 kilómetros de longitud y conectará Dinamarca con Alemania por debajo del mar Báltico en apenas siete minutos. El túnel Fehmarnbelt está llamado a revolucionar las conexiones entre la península escandinava y Europa central, permitiendo reducir drásticamente el tiempo de viaje, de los 45 minutos que se tarda actualmente en cruzar en ferry a únicamente unos pocos minutos en tren o coche.

Será, de hecho, la conexión submarina más larga del mundo. En su construcción juegan un papel clave multitud de factores y uno de ellos se diseña desde Zaragoza. La oficina de IDOM de la capital aragonesa es la encargada de elaborar todos los sistemas de seguridad para que, en caso de accidente o incendio, se pueda proceder a la correcta evacuación, extracción de humos, ventilación o alumbrado de emergencia.

En su diseño trabajaron intensamente durante casi dos años, desde que a finales de 2022 les fueron adjudicadas las infraestructuras de seguridad. Esta delegación de IDOM participaba en el concurso público de la mano del consorcio español liderado por Cobra y Sice, que se hizo con este proyecto por algo más de 530 millones de euros. En total, el túnel tiene un coste superior a los 7.300 millones de euros y estará finalizado en 2029.

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Se trata de una obra de gran magnitud, formada por un túnel con cuatro tubos -dos para carretera o dos por ferrocarril- y una galería de servicio, que se ubica en el mar, a diferencia, por ejemplo, del eurotúnel del canal de la Mancha entre Francia y Reino Unido, que está debajo del agua. “Se hacen unos grandes marcos prefabricados justo en la orilla, se sumergen en el fondo marino y se van sellando uno con otro”, explica el director de IDOM en Zaragoza, Fernando Martínez Altarriba.

IDOM cuenta en Zaragoza con un equipo especializado y con mucha experiencia en este tipo de instalaciones de seguridad en túneles, que ha trabajado en diversos proyectos en todo el mundo. Este área surge a finales de los años 90, cuando les adjudicaron la seguridad del túnel del Somport, lo que les ha llevado a colaborar en obras de gran envergadura en ciudades alrededor del planeta.

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Otro de estos proyectos fue la construcción del metro de Riad, la capital de Arabia Saudí, en donde una quincena de ingenieros zaragozanos participaron en la obra de la línea 3. Tiene una extensión de 41 kilómetros y atraviesa diversos terrenos y paisajes urbanos, lo que requiere soluciones innovadoras para abordar sus desafíos únicos.

Proyectos de energía eólica

Igualmente, esta oficina también está especializada en proyectos de energía eólica, tanto en España como en el resto del mundo. No en vano, en el entorno de Zaragoza, junto a La Muela, se comenzó a expandir la implantación de molinos y aerogeneradores. “Eran realmente pioneros en España, junto con algún otro desarrollo en Castilla-La Mancha y en Galicia, y eso dio origen a que el equipo de Zaragoza tuviera cierta especialización en la energía eólica”, apunta.

Así, el cierzo les ha llevado a trabajar en proyectos en Brasil, Israel, Polonia, Alemania o Kazajistán. “La energía eólica ha tenido sus más y sus menos, con momentos muy boyantes. Ahora, con el resurgir que está teniendo en los últimos años, hemos vuelto a tener un equipo muy experto en hacer este tipo de proyectos”, resalta Martínez Altarriba.