Carlos Pomares en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza.

Carlos Pomares en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza. E.E.

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Carlos Pomares: "El principal error fue heredar de la temporada anterior un ánimo demasiado bajo"

El lateral, que llegó este verano al Real Zaragoza, repasa en una entrevista la situación del equipo, la llegada de Sellés, su papel en el vestuario o la sintonía con la afición.

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Disciplinado y comprometido. También un jugador "frío". Así se define Carlos Pomares, uno de los futbolistas que lo ha jugado todo desde la llegada de Rubén Sellés al Real Zaragoza y que cada vez "va a más". Sin duda, fue clave en la última victoria de los blanquillos en Eibar (1-2).

El lateral izquierdo firmó el pasado verano por el Real Zaragoza tras rescindir su contrato con el recién ascendido a Primera División, el Real Oviedo. Aunque admite que le queda la espina de la élite, tiene claro que llegar al club aragonés fue la decisión adecuada para su carrera.

En una entrevista con EL ESPAÑOL DE ARAGÓN, el valenciano repasa cómo ha vivido el inicio del curso, sus sensaciones y rendimiento, así como el trabajo con el nuevo entrenador o la relación con la afición.

Pregunta.- La temporada está siendo dura…

Respuesta.- Al principio siempre cuesta, sobre todo cuando hay muchos nuevos, como yo. Creo que se heredó de la temporada anterior una mentalidad de ánimo demasiado bajo y fue el principal error. En Segunda, las temporadas son muy diferentes y no se supo cambiar el chip al inicio de esta. A pesar de eso, aún estamos a tiempo de ir tirando para adelante y creo que vamos encontrando la manera.

P.- Se han conseguido dos victorias consecutivas. ¿Cómo están los ánimos ahora?

R.- Es lo que necesitamos, lo que no estábamos teniendo a pesar de haber hecho buenos partidos. No conseguíamos esos resultados que te dan la confianza en lo que haces y que te permite soltarte. Ganar el último partido, que se puso tan complicado y que el 98% de las veces lo pierdes, nos da un plus de confianza para seguir creyendo e intentar revertir la situación.

P.- Cuando se acumularon las seis derrotas, se transmitía que el vestuario estaba dolido. ¿Cómo lo han vivido? ¿Qué se le pasa a un jugador por la cabeza?

R.- Nosotros hemos nacido para competir, nos gusta ganar. Cuando entramos en esos bucles de que no ganas, lo que más cuesta es tener la mente fría para saber que estás haciendo las cosas bien, independientemente de que no se den los resultados. Para mí eso es lo más complicado y donde se suele perder el foco.

El gen competitivo muchas veces no nos deja ver que hay cosas que haces bien, durante la semana o el fin de semana, pero que simplemente por algún detalle o porque no has tenido suerte, no ganas el partido.

P.- En su caso, ¿qué le sirve para tener esa mente fría?

R.- Antes cuando era más joven no, pero ahora me he hecho un jugador bastante frío, también lo he pasado bastante mal con el fútbol y me he creado una coraza. Suelo tener esa pausa para poder analizar bien las cosas e intentar siempre sacar lo positivo. Me ayuda estar tranquilo e intentar ver la situación desde fuera. Ser yo una tercera persona. Es muy complicado, hay veces que lo consigo con más éxito y otras con menos.

P.- En el vestuario es uno de los veteranos. ¿Ha podido ayudar a compañeros que igual han sufrido más?

R.- Sí. Hay gente que ya lleva muchos años y es un club que hereda muchas situaciones de gestiones raras y pesa. Pesa porque creo que les ha tocado un proceso prematuro de tener que hacerse cargo de cosas que igual no te tocan a esa edad. Y que no es fácil.

Yo siempre les he tendido la mano. Una de las cosas por las que firmé por el Real Zaragoza era porque creía que se necesitaba esa figura o figuras de gente de cierta edad a la que le toca asumir ese rol. A partir de ahí, intentamos descargar a esos jugadores que no es porque no sepan hacerlo, sino porque ya llevan mucho tiempo con situaciones complicadas.

"El que cae en ese vaivén de ahora estoy bien, ahora soy el peor, está muerto"

Carlos Pomares, jugador del Real Zaragoza

P.- Muchos aficionados se habían desenganchado. ¿Dentro se ha dejado de creer en algún momento?

R.- Dejar de creer no, porque en Segunda siempre hay oportunidades. Esta categoría es una montaña rusa y el que cae en ese vaivén de ahora estoy bien, ahora soy el peor, está muerto. Generalmente, el que aguanta estable, tanto de rendimiento como de moral, suele tener buenos resultados. Los que llevamos más años intentamos transmitir eso.

P.- ¿Cuándo se cambió el chip?

R.- Hay mucha gente que cambia el chip cuando vienen resultados, tanto dentro como fuera. Es un error. Los que estamos dentro no deberíamos tener el vaivén de las victorias y las derrotas. Por desgracia es así, pero probablemente el chip cambió cuando llegó Rubén Sellés. Sobre todo con el nivel de intensidad y de tenernos ocupados entrenando, eso hace que no pienses en exceso, que muchas veces es peligroso. Cuando estás al límite físico, el cuerpo ya se dedica a sobrevivir, no se dedica a pensar en si estoy bien o mal.

"Probablemente el chip cambió cuando llegó Rubén Sellés"

Carlos Pomares, jugador del Real Zaragoza

P.- ¿Fue esa intensidad el principal cambio con su llegada?

R.- El que más fácil se ve. También hubo mucho trabajo táctico, muchas conversaciones con jugadores. Si te pones a analizar, también el juego, movimientos…

P.- ¿Y trabajo mental?

R.- Ya lo veníamos trabajando con Jesús Cabrero y también ha habido dinámicas grupales que ayudan porque al principio siempre empiezas mucho más comedido y después la gente se va soltando.

P.- ¿Cómo es Rubén Sellés como entrenador?

R.- Es exigente en todos los ámbitos, tanto lo físico como lo táctico y como en la manera de repetir muchas veces lo que sale bien. Y a mí lo que más me gusta es que, independientemente de lo que pasa, tiene un camino. Tiene claro hacia dónde tiene que ir, te puede salir bien, te puede salir mal, pero lo tiene claro. Eso hace que los de alrededor tengan menos dudas.

P.- Es uno de los futbolistas que lo ha jugado todo con él. ¿Siente su confianza?

R.- Y se la transmite a todo aquel que tiene predisposición y la actitud de asimilar lo que él dice. Es una persona que cuando llegó, intentó que todo el mundo estuviera a gusto y recuperar a gente que estaba más cabizbaja porque no tenía tantos minutos.

Carlos Pomares en la Ciudad Deportiva.

Carlos Pomares en la Ciudad Deportiva. E.E.

P.- ¿Cómo ha visto su rendimiento personalmente?

R.- Para algunos problemas físicos que he tenido, he estado rindiendo bastante bien. Eran problemas que te dejan competir, pero no al 100%. Yo intento siempre estar en la mejor forma posible, en el alto rendimiento siempre hay dolores, molestias o golpes. A pesar de eso, me encuentro a gusto. Poco a poco voy yendo a más.

P.- Comentaba antes esa mentalidad heredada de la temporada pasada. ¿Ha sido el problema del Real Zaragoza?

R.- Para mí el principal problema es ese, el no haber cambiado el chip. El creer que esta temporada era una continuación de la pasada. El siguiente es no tener paciencia, sobre todo de puertas para afuera. Hay que erradicar eso porque no ayuda, hay que dar tiempo para que todo vaya a su sitio.

P.- También ha costado mucho ganar en el Ibercaja Estadio. ¿Tenían miedo de jugar ante la afición?

R.- Yo personalmente no. Por edad o porque soy un jugador bastante frío, me da igual dónde jugar, con quién y con cuántos. Al tener el equipo tan joven puede ser que muchas veces, cuando la situación no es buena, aparezcan dudas. No dudas en lo colectivo, sino en lo individual. Puede pasar factura.

"Es una pena que no hayamos podido conseguir resultados para que la afición se enganche"

Carlos Pomares, jugador del Real Zaragoza

P.- Aun así, la unión se ha recuperado.

R.- A mí la afición me ha sorprendido. A pesar del mal inicio, he visto un muy buen ambiente en el campo. El aforo está siempre casi completo. A nosotros nos encanta que nos animen, y esta afición sabemos que nos puede llevar en volandas. Es una pena que no hayamos podido conseguir resultados para que ellos se enganchen a un proyecto que no es inmediato, pero creo que es bueno.

P.- Viene de un equipo como el Oviedo, con mucha masa social, historia y que aspiraba a ascender. ¿Ha sentido una presión diferente? ¿Puede llegar a pesar la camiseta del Real Zaragoza?

R.- Han sido clubes muy parecidos en todo, en el día a día, en la gestión. Allí se cambió, y creo que fue parte del éxito. Eso noto que tiene que pasar aquí. Un cambio con toda esa masa social, intentar que juegue a nuestro favor. Si juegan a nuestro favor, no hay que entender demasiado el fútbol para saber que este club puede volver a Primera División, mantenerse y volver a sus años buenos. No va a ser de la noche a la mañana, ni va a ser fácil.

P.- Esa Primera División, lo que todo futbolista sueña... ¿Tiene la espinita clavada?

R.- Sí, porque además creo que cualidades no me hubieran faltado, y trabajo menos aún. Obviamente, ahora ya estoy al final de mi carrera y cada vez es más difícil dar ese salto. Sí que tengo esa espinita de jugar en Primera División, o por lo menos estar en una plantilla de Primera.

Son cosas que no controlamos, no me suelo desgastar demasiado, aunque pueda tener yo otra opinión. Me dedico a ayudar en lo que pueda a otros clubes que tienen muchas posibilidades de volver.

Pomares en el Eibar - Real Zaragoza.

Pomares en el Eibar - Real Zaragoza.

P.- ¿Fue la decisión correcta venir al Real Zaragoza?

R.- Sí, porque buscaba un proyecto que aunque sé que no es inmediato, puede ir bien, con ayuda y con paciencia, y me gusta jugar en clubes así. Es un riesgo, pero me encuentro en la madurez óptima como para estar en este tipo de proyectos.

P.- Tiene contrato hasta final de temporada, ¿cómo plantea su futuro más allá?

R.- No me importaría seguir aquí, estoy cómodo. Me gusta estar en estos clubes, y creo que puedo ser útil, no solo en el campo. Cuando ya no pueda ayudar, aquí o en cualquier sitio, pondré la mano arriba y buscaré otra etapa diferente en mi vida. Ahora me siento bien, me siento con energía y con ganas de transmitir a los más jóvenes el camino por el que yo he pasado y todo lo que he aprendido, que es bastante a base de pegarme con paredes grandes.

P.- ¿Conseguirá el Real Zaragoza la salvación?

R.- Mimbres hay. Tenemos que tener claro que lo que estamos haciendo ahora tiene que ser el mínimo. Si seguimos con ese compañerismo y actitud, mimbres en cuanto a jugadores hay de sobra.