Archivo de La Romareda en el homenaje de Cristian.

Archivo de La Romareda en el homenaje de Cristian. E.E.

Real Zaragoza

La noche en la que La Romareda respondió, habló y calló: la otra mirada del Real Zaragoza - Córdoba CF

A pesar de jugar en lunes a las 20.30, 17.635 espectadores acudieron al estadio para apoyar al Real Zaragoza en uno de los peores momentos.

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Era un lunes a las 20.30 de la tarde, en un día de frío, poco apetecible para acudir al estadio, pero la afición del Real Zaragoza no dejó solo a su equipo en uno de los momentos más duros de su historia. 17.635 personas acudieron a La Romareda para recibir al Córdoba y ser ese jugador número 12 que del que tanto se habla y que tanta importancia tiene.

El Real Zaragoza no consiguió el triunfo ante el cuadro andaluz (1-1) en una jornada que era vital. Ganar suponía dejar a cuatro puntos el descenso antes de los duros partidos que tiene el equipo maño en las próximas semanas (Racing de Santander, Mirandés). Además, era el regreso de Gabi 14 años después a la que fue su casa y donde se le recibió con una fuerte ovación.

Los blanquillos cosecharon un empate en un duelo que se puso muy en contra pasada la hora de juego. La afición fue protagonista durante los 90 minutos, antes y después.

A las 20.00, la grada Gol de Pie había organizado una protesta ante el palco de La Romareda para mostrar su rechazo por el fútbol los lunes y también, por la gestión del club. Decenas de personas se congregaron con la pancarta de “ni nobleza ni valor, solo os queda la afición”.

Dentro del campo, en la lectura de la alineación destacaron los aplausos a Poussin, que volvía al once inicial, así como por la llegada de Gabi Fernández al banquillo. Muchos se pusieron de pie en su presentación.

Mientras el balón estuvo en juego, a pesar del malestar generalizado por otra temporada de sufrimiento, la grada vibró y estuvo con los suyos en todo momento. Protestando, animando y empujando en cada jugada.

En el minuto 12, se reiteró la protesta al fútbol intersemanal y se escuchó ese ‘Tebas vete ya’ con una pancarta de “no al fútbol entre semana”.

Tras el gol visitante, no hubo pitos ni crispación, sino aplausos y ánimos para sus jugadores, que, aunque sin grandes cambios en la nueva etapa, sí dejaron ver que había actitud y ganas de cambiar la dinámica.

Un tenso penalti

Otro de los momentos clave fue en el penalti de Soberón en el minuto 83. La tensión era máxima y La Romareda se calló, se quedó en un increíble silencio mientras el delantero golpeaba el esférico. Ahí, todo el mundo respiró y celebró. La grada se vino arriba confiando en la remontada, aunque finalmente el encuentro acabó en tablas.

En la despedida, el zaragocismo también estuvo con los suyos. Aplausos y cánticos y un chute de energía para lo que se viene. Se necesita a todos de la mano.

Por último, en la rueda de prensa posterior, el propio Gabi reconoció el ambiente de La Romareda: "Ha estado espectacular. La gente ha respondido y se ha visto que entre todos podemos sacar esto adelante".