Interior de la empresa Instalaza, en el centro de Zaragoza.

Interior de la empresa Instalaza, en el centro de Zaragoza. Instalaza Zaragoza

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Zaragoza consigue la salida de la empresa armamentística Instalaza del centro y generará 155 viviendas, 31 de ellas VPO

El Ayuntamiento de Zaragoza “desatasca” un problema urbanístico desde hace 20 años con el traslado de la actividad industrial a los terrenos del antiguo Polvorín de Cadrete.

Más información: Zaragoza negocia la salida de Instalaza del centro: "Es una cuestión de números y usos del suelo para el interés público"

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Zaragoza da un paso importante en su regeneración urbanística con un "acuerdo histórico" con la empresa armamentística Instalaza por el que esta saldrá del centro urbano de la ciudad tras más de 20 años a la espera de una solución y un largo tiempo de negociaciones. Además, gracias a esta acción, el Ayuntamiento podrá acometer un importante desarrollo residencial en esta zona, donde construirá 155 viviendas, 31 de las cuales serán de protección oficial.

Será el próximo lunes, en el Consejo de Gerencia de Urbanismo, cuando se someterá a información pública este convenio de planeamiento con el que el Consistorio zaragozano logrará cubrir un vacío urbano y responder a una reivindicación ciudadana histórica, ya que, tal y como ha valorado el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, muchos vecinos solicitaban el traslado.

“El compromiso de la empresa es este traslado y mantener los puestos de trabajo a cambio de un planeamiento que permitirá elevar la edificación y densidad de los suelos para vivienda”, ha resumido este miércoles Serrano.

De esta forma, Instalaza se traslada desde el barrio de Tenerías a los terrenos del antiguo Polvorín de Cadrete, lo que requiere un cambio de calificación del suelo.

En este sentido, Víctor Serrano ha explicado que el actual suelo pasará de zona E a zona G, como ha sucedido con otros entornos industriales rodeados de trama urbana residencial.

El área de intervención linda al noreste con el paseo de Echegaray y Caballero, al sureste con el conjunto Aloy Sala, al suroeste con una zona verde de superficie triangular al servicio del conjunto y con la calle Félix Rodríguez de la Fuente, y al oeste con la calle Monreal.

Han trascurrido más de dos décadas desde la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbana que contemplaba la calificación de este ámbito como zona E, lo que suponía tolerar el uso industrial hasta su transformación en residencial por extinción o traslado de la actividad.

Pero, desde entonces no se ha realizado ninguna actuación urbanística. En 2010 hubo un intento de convenio que no llegó a prosperar, que planteaba 170 viviendas frente a 90 iniciales, y que se repitió en parámetros similares en 2012 y 2013, sin que fructificara una solución. “Carece de cualquier criterio mantener la actividad industrial en una zona consolidada de la ciudad y con fachada a una zona renovada como es la ribera del Ebro”, ha expresado Serrano.

Finalmente, tras meses de gestiones y conversaciones, la propuesta provisional, que deberá detallarse definitivamente, plantea que el área de intervención pase a ser una zona de suelo urbano no consolidado y que se mejoren sus condiciones de aprovechamiento y densidad.

Por tanto, el actual número de viviendas permitidas, 90, pasará a ser de 155 viviendas, 31 de los cuales serán de protección pública y de cesión al Ayuntamiento. Estas se unen a las 2.300 que ya están en marcha en la ciudad y reflejan, según ha manifestado Serrano, el compromiso del Gobierno por dar solución a una inquietud tan importante como la vivienda.

Plano de la superficie.

Plano de la superficie. Ayuntamiento de Zaragoza

Como la propuesta dotacional queda corta, en 2.321,60 m², se propone compensarlo al Ayuntamiento con un local edificado de 900 m², repartido en dos plantas bajas de 450 m² cada una; la cesión al 20% de vivienda protegida; y una compensación económica por el suelo que falte de unos 987.000 euros.

En definitiva, el concejal de Urbanismo ha valorado que es un convenio “bueno” que permite seguir desatascando problemas urbanísticos presentes desde hace décadas: “Empieza a no quedarnos ninguno. Todos los vacíos que nos habíamos encontrado están hoy en proceso de desarrollo, o desarrollándose”. 

Además, ha subrayado que esta actuación permitirá generar zonas verdes y que Aloy Sala deje de ser "un conjunto urbano cerrado frente a una instalación industrial" y pase a ser "un espacio abierto con un viario que conectará a los vecinos y dará acceso directo a la zona verde y al corredor del Ebro".

En cuanto a los plazos, será a partir del tercer trimestre de 2026, con el planteamiento y el convenio aprobados, cuando se podría empezar a plantear el traslado y después acometer la construcción de viviendas, equipamientos y zona verde.