Samantha junto a sus hijos y amigos tras paralizar su desahucio. E.E
Samantha, madre de dos hijos que ha logrado paralizar su desahucio en Zaragoza: "No sé lo que va a ser de mí"
La nueva fecha del desahucio ha sido trasladada hasta el 24 de septiembre por orden del juez.
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"Estoy agradecida con todos porque sin ellos no hubiera sido posible". Estas son las primeras palabras de emoción que ha trasladado Samantha a los medios tras lograr paralizar su desahucio que estaba programado para este lunes a las 10.45.
Esta joven de 28 años con dos hijos a su cargo ha vivido toda una angustia al no conocer cuál iba a ser su futuro tras ser programado su desahucio de la vivienda en la que reside en la calle Mayoral, en el barrio del Gancho, por orden del juez. Según cuenta la afectada, mantiene una deuda de unos 18.000 euros con el propietario, quien también tiene otras 6 viviendas y algún local en el barrio.
Samantha solicitó la vulnerabilidad al ser víctima de violencia de género con dos niños a su cargo, pero fue denegada por su sueldo de auxiliar de enfermería, que no le permite llegar a fin de mes.
Ante esta situación, un grupo de vecinos y simpatizantes movilizados por el sindicato Inquilinas Zaragoza se han concentrado para paralizar su desahucio: "He apoyado desde el balcón como he podido. El trabajo lo han hecho ellos", cuenta esta madre.
Minutos después de paralizar su desahucio, esta joven respira aliviada, sobre todo, por sus hijos. "Mis hijos estaban muy tensos. Ahora están muy contentos, la niña lo exterioriza y ha estado llorando todo el rato", admite algo más aliviada tras conseguir algo de tiempo para actuar.
Sin embargo, no todo esto significa el final ya que su futuro no está atado al reprogramarse su desahucio al 24 de septiembre: "Sigo nerviosa porque no sé lo que va a ser de mí, está todo en el aire", confiesa a las puertas de su vivienda.
Al conocer de su desahucio había decidido sacar de la vivienda sus propiedades como ropa y enseres por si definitivamente tenía que decir adiós a su casa. Ahora admite que tendrá que reorganizarse: "Traeré cuatro cosas para estar aquí y pasar estos meses hasta que llegue la fecha", explica.
De esta manera, este tiempo que le queda va a luchar por seguir manteniendo su vivienda. Así, va a negociar con los propietarios el pago de una renta de 350 euros y la amortización de la deuda.
Si bien su lucha no ha finalizado ya que tras lograr que el juez paralizara y aplazara su desahucio se encaminaba a devolver el favor que le han hecho a ella. "Me voy a apoyar a nuestra amiga. Una familia que está peor porque tiene cuatro hijos, no trabajan y la quieren echar de su casa", cuenta antes de salir corriendo hasta la calle San Pablo.
Esta mujer ha contado a todos los presentes la situación que vivía esta familia lo que ha hecho que la concentración de personas se haya movilizado 50 metros más allá para apoyar a los otros afectados. Los congregados han logrado también paralizarlo aunque no ha sido de manera tan pacífica porque se han vivido momentos de tensión entre los manifestantes y los agentes de la Policía Nacional.