La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, con la basílica del Pilar de fondo.

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, con la basílica del Pilar de fondo. Toni Galán

Zaragoza

Natalia Chueca, alcaldesa de Zaragoza: "Los socios de Sánchez están frotándose las manos viendo cómo lo saquean"

La regidora cree que Sánchez debe convocar elecciones y ve insuficiente su perdón: "Otros líderes europeos han dimitido por mucho menos".

Más información: La alcaldesa de Zaragoza llega al ecuador del mandato con el 70% del programa electoral "cumplido o en proceso".

Publicada

Natalia Chueca (Zaragoza, 1976) cree que Pedro Sánchez debería asumir responsabilidades "por conocimiento o por dejación de funciones" tras el escándalo de Santos Cerdán. Asegura que es el presidente "más débil de la historia de la democracia" y pide un adelanto electoral antes de que sus socios terminen con el Estado.

La regidora ha sido una de las encargadas de dar forma a la ponencia política del PP, un documento con el que esperan "abarcar todas las sensibilidades del centroderecha". Su sello se ha centrado en el municipalismo y la construcción de una visión de la sociedad "de abajo a arriba".

Chueca también critica la falta de una política de inmigración y exige más recursos al Gobierno central, al que acusa de dejar a los inmigrantes "abandonados a su suerte" pasado un tiempo. "Sánchez está más pendiente de sus problemas, sus equilibrios y los casos de corrupción. Por eso hemos visto los apagones, los colapsos en la red ferroviaria, el gran problema de la vivienda y la inmigración", asegura.

Usted sabe lo que es gobernar y ser responsable de un gran equipo. ¿Se cree que Sánchez no sabía nada de lo que hacían sus secretarios de Organización?

¿Cómo te vas a pasar varios meses recorriendo España en coche con tres personas y no saber cómo son después de tantas horas? Es difícil esconder algo así. Veremos qué sale en los siguientes informes y audios, pero me resulta complicado pensar que no lo sabía.

En cualquier caso, creo que los líderes, los jefes, somos responsables por conocimiento o por dejación de funciones. En otras circunstancias, el propio Sánchez ha exigido asumir responsabilidades a políticos que tampoco habían estado involucrados en un caso de corrupción, pero sí parte de sus equipos, hasta el punto de sacar adelante una moción de censura. No sé por qué ahora mira para otro lado y no asume las responsabilidades que debería de asumir.

Lo que hizo fue pedir perdón. ¿Le parece insuficiente o directamente no se lo cree viniendo de Sánchez?

Obviamente no es suficiente, igual que para él no lo era cuando estos casos de corrupción no afectaban al PSOE. Todo resulta menos creíble cuando, además, sale maquillado como si fuese un actor a poner una serie de medidas que, en realidad, son una tapadera.

No ha tomado ninguna que implique una verdadera regeneración y limpieza. Ante una situación de esa gravedad, lo único que podría hacer es dimitir y convocar elecciones para que los españoles puedan votar democráticamente.

Otros líderes europeos, por mucho menos, han dimitido para poder salvar la institución. El expresidente de Portugal, que terminó siendo inocente, actuó en cuanto hubo el más mínimo indicio por respeto al Gobierno que estaba representando y presidiendo. Dio un paso al lado y dejó que la institución y su país siguiesen siendo bien gobernados.

El problema aquí es que Pedro Sánchez está haciendo cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder. Ha decidido entregarse en manos de los separatistas y los herederos de ETA, romper con los principios y los valores de la socialdemocracia y llevar a cabo una serie de políticas de amnistía simplemente por seguir en La Moncloa. Con un presidente así, ¿qué podemos esperar?

Aznar dijo que ‘el que pueda, que haga’. ¿Tendría que presentar el PP una moción de censura o al menos buscar apoyos para ver si dan los números?

Todos los socios de Sánchez están frotándose las manos y viendo cómo saquear al Estado español ahora que tenemos al presidente más débil de la democracia.

Lo han dicho Junts, Esquerra, Bildu… Estamos viendo cómo humillan al Gobierno quienes, además, menos respetan nuestra nación y quieren romper nuestro país simplemente por su propio provecho. Estamos en manos de las minorías más radicales, y Sánchez está dispuesto a darles lo que sea con tal de que le sigan manteniendo en el poder.

A Ábalos, Santos Cerdán y Koldo no les resultó excesivamente complicado adulterar las adjudicaciones públicas. ¿Cree que en los ayuntamientos están garantizadas todas las medidas de transparencia? ¿Convendría reforzarlas visto lo visto?

La ley de contratos públicos es una ley muy exigente que ralentiza muchísimo las adjudicaciones. Me ha sorprendido mucho ver cómo han sabido esquivar toda la legislación vigente, pero tenemos que compatibilizar una ley que proteja de los intentos y los casos de corrupción con una fórmula que permita gestionar y gobernar con cierta diligencia y agilidad. Ahora mismo, cualquier trámite con la Administración se alarga muchísimo porque existen esos controles.

Ha sido una de las encargadas de redactar la ponencia política del PP. ¿En qué se diferenciará el Partido Popular de ahora del que saldrá del próximo congreso?

El PP actual, después de este Congreso, vendrá a ofrecer una alternativa a la mayoría de los españoles. Estamos en una situación en la que no tenemos posibilidad de pactar con el PSOE, ya que cuando el presidente Feijóo le ofreció intentar sacar adelante cinco grandes pactos de Estado y convocar elecciones en dos años ni siquiera le quiso escuchar.

Sánchez y el PSOE se han entregado a los extremistas más radicales. Ante eso, el PP solo puede ser el partido que represente a la mayoría de los españoles. Ahora mismo, el partido del Gobierno de España no lo hace.

El objetivo es poder abarcar todas las sensibilidades del centroderecha, que vean que el PP es un partido decidido que mira por el servicio público y el futuro de las siguientes generaciones, que no pueden estar abocadas a vivir peor que sus padres.

Es la antítesis de lo que hemos vivido a lo largo de estos años de democracia, en los que cada generación había vivido mejor que las anteriores. Pero con la actual estamos en ese momento, con el gran problema que hay con la vivienda y los salarios. Tenemos que aspirar a hacer un partido en el que todas las personas de centroderecha, la mayoría de los españoles, vean que somos la alternativa.

La alcaldesa, en su despacho durante la entrevista.

La alcaldesa, en su despacho durante la entrevista. Toni Galán

La ponencia toca muchos temas. ¿Con cuál se queda? ¿Cuál ha sido su sello?

El sello está en la importancia que tiene el municipalismo. Al final, los Estados se conforman de municipios y los municipios es donde los ciudadanos hacen su día a día, donde los políticos están más cerca de sus vecinos, escuchamos los problemas de la calle y les damos soluciones inmediatas. A veces, los debates políticos nacionales se pierden en grandes mensajes, pero no resuelven esos problemas con la inmediatez necesaria.

Es muy importante que se tenga en cuenta la opinión de los municipios y que la visión de nuestro país se construya de abajo a arriba, desde el contacto del político en cada pequeño municipio hacia las comunidades autónomas y el Estado. Al final, somos nosotros los que estamos llevando a cabo las políticas de movilidad, de sostenibilidad, de vivienda...

Los grandes problemas siempre se solucionan en la primera puerta de entrada, que es la ciudad, aunque también nos está tocando resolver otros que no son de nuestra competencia, como el que tenemos ahora mismo con la inmigración.

"Estoy bien donde estoy. Ser alcaldesa es el mayor honor que puedo tener. Me siento suficientemente satisfecha, agradecida y colmada"

Que Feijóo se haya fijado en usted dice mucho. ¿Se ve haciendo las maletas a Madrid en un hipotético gobierno del PP?

No, mi rol en la ponencia ha sido aportar la visión que tengo como alcaldesa de la cuarta ciudad de España y eso es lo que he intentado con humildad aportar. Tengo que seguir haciendo mi papel, que es el de hacer que Zaragoza siga creciendo y que los zaragozanos sigan viviendo mejor que cuando llegué al gobierno.

¿Y en lo orgánico? ¿Tiene alguna aspiración?

No, estoy bien donde estoy. Ser alcaldesa de mi ciudad es el mayor honor que puedo tener y no tengo necesidad de tener ningún cargo orgánico. Me siento suficientemente satisfecha, agradecida y colmada de todas mis aspiraciones con este puesto.

¿Cómo están ahora mismo las relaciones con Jorge Azcón? ¿Va siendo hora de convocar la bilateral?

Las relaciones son estupendas, como siempre. Lo eran cuando estábamos los dos aquí y yo era parte de su equipo de gobierno y lo siguen siendo ahora porque formo parte del equipo del PP de Aragón. Creo que los principales beneficiados de esta excelente relación son los zaragozanos, que por primera vez tienen un Gobierno de Aragón que no da la espalda a la ciudad de Zaragoza, donde viven más del 50% de los aragoneses.

Esta sintonía se está viendo en la colaboración a la hora de impulsar grandes proyectos como la nueva Romareda, la transformación del río Huerva, que afecta a cuatro distritos y supone la mayor reforma urbanística y paisajística que vamos a abordar en este mandato, o la política de vivienda.

Cuando las instituciones nos unimos, los resultados se multiplican y los ciudadanos ven un impacto positivo muchísimo antes. Tanto el presidente como yo estamos alineados en el pensamiento, coincidimos plenamente en la visión de las políticas que tenemos que llevar a cabo, él en la Comunidad y yo en la ciudad.

Para que todos esos proyectos salgan adelante es muy importante tener presupuestos. Usted lo cerró con Vox, pero Jorge Azcón no ha podido. ¿Qué cree que ha pasado? ¿Se puede dar por hecho que el Ayuntamiento de Zaragoza tendrá nuevos presupuestos en 2026?

Las políticas autonómicas y las municipales son distintas. En el Ayuntamiento de Zaragoza, Vox ha apostado por ser un partido útil para los vecinos y ha visto que con unos presupuestos podíamos solucionar problemas inmediatamente, mejorando calles, asfaltando y reformando. En la Comunidad han tenido otra visión y han decidido apostar por una ideología más marcada que por la gestión y por solucionar los problemas de los ciudadanos.

¿Habrá entonces nuevos presupuestos en 2026?

Lo vamos a intentar.

"Los inmigrantes están acabando en la calle, y los ayuntamientos no tenemos ni competencias ni recursos para abordar el problema"

Dentro de esas cuestiones ideológicas a las que hacía referencia, Vox ha puesto el acento en la inmigración. Se da la circunstancia de que, en las últimas semanas, estamos viendo a más de 60 personas dormir en la calle en pleno centro de la ciudad. ¿Qué está pasando?

Está pasando que el Gobierno de España, que es quien tiene la responsabilidad y la competencia en política migratoria, no está gestionando el país. Está más pendiente de sus problemas y de mantenerse en el poder con todos sus socios, de sus equilibrios y de los casos de corrupción. Por eso hemos visto los apagones, los colapsos en la red ferroviaria, el gran problema de la vivienda y la inmigración.

Cuando no se atiende la necesidad que tiene este país de acoger inmigración y transformarla en trabajadores que vienen a mejorar su vida y lo que se hace es una política de puertas abiertas, pero dejando a su suerte a esas personas pasado un mes, se genera un problema que al final vemos y sufrimos los ayuntamientos. Somos los que luego tenemos que intentar dar una solución, pero es imposible. Lo que necesitamos es que haya una política migratoria responsable.

España necesita mano de obra, en todos los gremios hay una necesidad de trabajadores. Este es un país abierto a las personas que quieren venir a trabajar y a contribuir, pero necesitan tener un permiso de trabajo, unos papeles, y lo que no puede ser es que se las deje abandonadas a su suerte en el limbo durante meses y meses, casi años.

Esas personas al final acaban en la calle y los municipios no tenemos ni las competencias ni los recursos para abordar este problema que nos está generando la dejación de funciones de Pedro Sánchez.

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, en calle de Alfonso I.

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, en calle de Alfonso I. Toni Galán

Con la que tiene encima el PSOE, ¿teme que no se ponga a ello y que el problema se enquiste o vaya incluso a peor?

La situación está así en Zaragoza y en todas las ciudades de España. Aquí la cuestión es que mientras se siguen acogiendo y abriendo las puertas para que las mafias que tratan con personas hagan negocio, las ciudades seguimos buscando cómo solucionar y frenar ese impacto, pero ni tenemos los recursos ni las competencias. De momento, este Gobierno, el Ayuntamiento de Zaragoza, está invirtiendo más de 6 millones de euros en reformar el albergue para que las personas sin hogar vivan en mejores condiciones.

Eso no lo había hecho ningún Gobierno anterior. La última reforma la hizo también una alcaldesa del PP, Luisa Fernanda Rudi. Además, estamos abriendo espacios extraordinarios que nos utilizaban desde la pandemia a modo de plan de choque ante la situación que tenemos, pero lo único que podemos hacer es alzar la voz y exigir que el Gobierno de España asuma sus competencias.

Nosotros nos ofrecemos a poder implantar las políticas y las medidas, ayudar y ser parte de la solución, pero necesitamos fondos. No podemos acarrearlo con los presupuestos municipales porque estaríamos dejando de lado otras competencias que sí son propias y únicas de los ayuntamientos y que nadie va a venir a financiar o ejecutar si no lo hacemos nosotros.

Uno de los mensajes que más suele repetir es que Zaragoza es una de las ciudades más seguras de España. Sin embargo, las estadísticas del Ministerio del Interior apuntan a un incremento de la criminalidad del 6,9%. ¿Le preocupa? ¿Cree que está relacionado con el problema de la inmigración ilegal?

Zaragoza es una de las grandes ciudades más seguras de España y va a seguir siéndolo. No me preocupa ni creo que tengamos que relacionar la seguridad con que haya un problema de inmigración ilegal que no está sabiendo gestionar el Gobierno de España. Aquí lo importante es que estamos trabajando activamente para seguir siendo una ciudad segura.

Hemos incorporado más de 300 policías locales en estos últimos años y estamos dotando a la ciudad de más medios, con cámaras de seguridad, de videovigilancia y unipersonales. He incrementado un 27% el presupuesto de seguridad ciudadana en lo que depende del Ayuntamiento, y también estamos colaborando muy estrechamente con la Policía Local, la Policía Nacional y la Guardia Civil para que la seguridad en Zaragoza siga estando garantizada.

Al haber una situación más complicada se está trabajando más y con mayor coordinación. Y en eso siempre exijo a la Delegación del Gobierno que asuma su responsabilidad. Ya convoqué hace meses una Junta Local de Seguridad para abordar la situación, y creo que Zaragoza puede presumir de ser una ciudad segura.

Manteniendo la seguridad y el trabajo coordinado que estamos haciendo tenemos que asegurarnos de que el Gobierno de España asume su responsabilidad y le da solución a esas personas, que tienen que ser tratadas con humanidad. Necesitamos que puedan contribuir, aprender nuestro idioma, aprender un oficio, trabajar y pagar su seguridad social.

"Hemos reducido un 30% la deuda y movilizado más de 600 millones de euros de inversión pública"

Han pasado dos años desde que cogió la vara de mando. ¿Cómo ha cambiado Zaragoza? ¿Y Natalia Chueca?

Natalia Chueca está un poco más mayor, pero también con más experiencia. Lo más importante es la ciudad, que está más viva que nunca.

Al salir de la pandemia, Zaragoza cogió una inercia muy positiva después de 16 años de gobiernos de izquierdas en los que había estado totalmente paralizada. Se habían dejado de licitar contratos y éramos la ciudad más endeudada de España. Después de toda esa herencia recibida, Zaragoza ha amortizado más de un 30% de su deuda y hemos salido por primera vez del control autonómico financiero. Desde 1986, la ciudad no tenía esa autonomía financiera por el mal estado de sus cuentas.

Eso es síntoma de que se están haciendo las cosas bien en la parte financiera y de sostenibilidad económica, lo que nos permite abordar los planes de desarrollo de inversión. Ahora mismo en Zaragoza hay más de 600 millones de euros de inversión pública movilizados y eso impacta directamente en la economía local.

Hay más trabajo y obviamente la economía se mueve, pero sobre todo Zaragoza se está transformando a una gran velocidad. Estamos cerrando cicatrices que llevaban más de 20 años abiertas en la ciudad como pueden ser El Portillo, Aceralia o el Huerva.

Zaragoza se está transformando en una ciudad referente del siglo XXI con un urbanismo ejemplar, haciéndola mucho más amable para los vecinos, con mayor calidad de vida, con más espacio para pasear y más zonas verdes. No solamente estamos reformando calles y avenidas, que siempre es la parte más visible y estructural, sino que también estamos dotando de equipamientos a todos los barrios.