Recreación de la futura gigafábrica de baterías de Stellantis en Figueruelas (Zaragoza).

Recreación de la futura gigafábrica de baterías de Stellantis en Figueruelas (Zaragoza). E. E.

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Casas prefabricadas, alquileres en la zona y pisos de obra nueva: la solución para acoger a los 2.000 chinos de CATL

La DGA sigue dispuesta a colaborar, pero dice que la pelota está en el tejado de la empresa y exige que se respeten unas condiciones mínimas

Más información: Un millón de baterías y 3.000 empleos en 2028: los números que dejará la ‘gigafactoría’ de Stellantis en Zaragoza.

Zaragoza
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A solo 10 días de que se ponga la primera piedra de la gigafactoría de Stellantis en Figueruelas (Zaragoza), en la que se invertirán nada menos que 4.100 millones de euros y se generarán 3.000 puestos de trabajo, el desembarco de los 2.000 trabajadores chinos de CATL sigue envuelto en un mar de dudas.

Las conversaciones están sujetas a la más estricta confidencialidad. Poco a poco, no obstante, se van conociendo detalles. Una de las principales incógnitas es dónde vivirán. En los últimos meses se ha hablado de prácticamente todas las opciones, sin que hasta ahora se haya concretado por qué fórmula se apostará.

La previsión es acabar tirando de todo: desde alquileres a casas prefabricadas y viviendas de obra nueva. Así lo confirmaba el presidente de Aragón, Jorge Azcón, en una entrevista para EL ESPAÑOL DE ARAGÓN.

En un principio se habló de levantar una ‘villa’ de casas modulares para acoger a los 2.000 empleados. Apostar por la vivienda industrial garantizaba un menor tiempo de ejecución y una mayor flexibilidad y adaptabilidad.

El principal hándicap era el coste. Construir alojamientos para 2.000 personas requeriría de una elevadísima inversión que CATL no estaba dispuesta a asumir, de ahí que se hayan estado buscando opciones más económicas. "No hace falta ser muy avispado para ver que eso no va a poder ser", decían los alcaldes de la zona ya a finales de octubre.

Propuesta hecha

Azcón confirma que la DGA sigue "dispuesta a colaborar", pero que esa colaboración tiene que estar dentro de unos "estándares de habitabilidad" previamente marcados. "Lo que no queremos es que se construya ningún gueto ni ninguna infravivienda", advierte.

Desde el Ejecutivo autonómico insisten en la necesidad de tener la "certeza absoluta" de que las viviendas que se puedan ofrecer tengan "las condiciones y la calidad de habitabilidad" que a todo el mundo le gustaría.

La propuesta, aseguran, está hecha, y ahora la pelota está ahora en el tejado de la multinacional.

El delegado del Gobierno, Fernando Beltrán, señalaba a finales de octubre que los seis primeros ingenieros ya tenían toda la documentación.

Sus expedientes se han cerrado. Pertenecen al primer grupo de 60. Son un 10%, y aunque pueden parecer pocos, para mí, lo tranquilizador es que ya tienen claro todas las partes el modelo de papel y cómo se tiene que hacer. Ahora yo espero una mayor velocidad”, declaraba en una entrevista a Radio Zaragoza.

La propia CATL defendió esta semana la llegada de 2.000 trabajadores chinos para levantar el macroproyecto, llamado a convertirse en un revulsivo para la economía de la Comunidad. "Necesitamos técnicos experimentados para construir y perfeccionar las líneas de producción y poner en marcha los equipos", justificaba su vicepresidente, Meng Xiangfeng, en la cumbre del clima de Brasil.

Allí también aclaró que durante el proceso capacitarán a los trabajadores locales para que puedan hacerse cargo gradualmente de la operación.