Cucalón, durante el último pleno de Aguarón.

Cucalón, durante el último pleno de Aguarón. Informativos Aragón TV

Actualidad

"Nadie quiere ir a Aguarón": las polémicas del alcalde de la gamba roja dejan al Ayuntamiento sin secretario

La DGA no consigue candidatos pese a declarar el puesto de difícil cobertura y hará un segundo llamamiento de forma excepcional.

Más información: Aragón denuncia ante la Fiscalía al alcalde de la gamba roja por sus polémicas e irregularidades en Aguarón.

Zaragoza
Publicada

El rosario de polémicas y presuntas irregularidades que acumula Lucio Cucalón está teniendo consecuencias directas para Aguarón. "Nadie quiere ir" y ocupar el puesto de que dejó vacante Alejandro Rodrigo, el alto funcionario que emitió las notas de reparo que ahora estudia el Tribunal de Cuentas y que han llevado al Gobierno de Jorge Azcón a elevar el caso a la Fiscalía.

Desde que se autorizó la comisión de servicios ha habido varios intentos para encontrar un sustituto, pero, hasta ahora, ninguno ha dado sus frutos. La plaza, como suele ocurrir en estos casos, se publicó durante cinco días para que cualquier habilitado nacional de carrera que quisiera pudiera solicitarla. Sin embargo, nadie lo hizo.

Esto no es raro en pueblos pequeños -Aguarón tiene poco más de 600 habitantes-, pero lo que ha venido después resulta especialmente significativo. Cuando esto sucede, la mayoría de los ayuntamientos acuden a la bolsa de interinos de la DGA, donde hay más de 700 inscritos.

Sin embargo, nadie prestó interés por la vacante, ni siquiera cuando desde el Ejecutivo se llamó a los seis primeros 'ex profeso'. Lo que se hizo entonces fue declarar la plaza 'de difícil cobertura'. Esto permitió hacer un llamamiento a toda la bolsa con independencia del puesto que se ocupase.

De haber más de un interesado, lo que se hace es mandar a los que más puntos tienen al Consistorio. En este caso solo una mujer se prestó voluntaria, pero no hubo entendimiento con el alcalde y su propuesta, como se dijo durante el esperpéntico pleno de la semana pasada, fue rechazada.

Como consecuencia y de forma excepcional, el Gobierno aragonés va a hacer un segundo llamamiento de difícil cobertura a toda la bolsa.

Hasta el momento, la 'papeleta' se ha resuelto con un secretario accidental y no ha estado exenta de polémica. El PP reprochó al PSOE que Cucalón no pidiera un secretario cualquiera sino al secretario de Tobed, el pueblo del presidente de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero.

Como consecuencia, los socialistas pidieron un pleno extraordinario en la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) en el que reivindicarán la dimisión de la directora general, Marina Sevilla, por lo que califican de "inacción en la provisión de puestos clave en la administración local". También la acusan de "no velar por la adecuada custodia de los documentos oficiales remitidos por los ayuntamientos".

Las opciones

Cabe recordar que Cucalón fue condenado a ocho meses de cárcel por acoso laboral a dos funcionarios de la comarca, sentencia que tiene recurrida en casación ante el Tribunal Supremo y que, de confirmarse, podría suponer su inhabilitación.

Si nadie se presentara al segundo llamamiento para sustituir al secretario-interventor, el Ayuntamiento de Aguarón tendría dos opciones: sacar su propia bolsa para ver si alguien de la zona está interesado y cumple los requisitos o delegar sus funciones en la Diputación Provincial.

Esta fórmula, de la que pueden beneficiarse todos los ayuntamientos de menos de 1.000 habitantes, no es muy habitual en Aragón, pero sí en otros puntos de España como Cataluña.

En la comarca

En el caso de la comarca de Campo de Cariñena, que también preside Cucalón, sí habría hasta cuatro interesados, sin que por el momento conste que haya un elegido.

Aquí se hizo lo mismo: el proceso se abrió a todos, ningún habilitado quiso ir, se hizo un llamamiento a la bolsa y cuatro personas se presentaron voluntarias.

Ahora será el propio Cucalón quien, una vez hechas las entrevistas, decida a quién quiere al frente de la secretaría. Hasta que la plaza se cubra adecuadamente, el trabajo estará en manos de un administrativo de forma accidental.