El pleno del Ayuntamiento de Aguarón, este jueves. Informativos Aragón TV
El alcalde de la gamba roja se revuelve contra todos: “No hay ninguna causa legal ni judicial que justifique mi cese”
Asegura que su conciencia está "tranquilísima" y defiende que su trabajo diario es "transparente y conforme a la legalidad".
Más información: El alcalde de la gamba roja desmiente al PSOE y niega su expulsión: "A mí no me lo han comunicado oficialmente".
El alcalde de Aguarón, Lucio Cucalón, se revolvió este jueves en el pleno de la localidad contra su propio partido, las acusaciones del PP y el rosario de polémicas que acumula: desde el festín de ostras, gamba roja y jamón de bellota con dinero público a los contratos adjudicados a la empresa de su primo segundo y socio.
Cucalón se preparó un escrito para contestar “con la máxima claridad, serenidad y contundencia” a la moción presentada por los populares, en la que exigían su dimisión inmediata e instaban al resto de concejales socialistas a retirarle su apoyo.
“Sobre mi condición como alcalde y concejal, quiero recordar que mi legitimidad democrática no emana en las siglas, como creen algunos, sino del voto directo de los ciudadanos de Aguarón. Fui elegido por sufragio universal en las pasadas elecciones municipales y nombrado alcalde conforme a la legalidad vigente. Por tanto, mi responsabilidad es ante este pleno y, sobre todo, ante el pueblo de Aguarón”, subrayó ante la supuesta expulsión de su partido.
Cucalón arremetió contra los “intereses partidistas” y las estrategias de desgaste político del PP y quiso dejar claro que “la pertenencia o no a un partido político, incluso en el supuesto de una baja o expulsión interna, no afecta en ningún caso” a su cargo como alcalde ni como concejal, según establece la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. “No se ha producido ninguna causa legal ni administrativa ni judicial que justifique mi cese, suspensión y renuncia”, manifestó.
Sobre su situación en el PSOE, partido que lleva diciendo desde junio que Cucalón ya no forma parte de su partido, insistió en que se trata de “una cuestión interna, pendiente declaración y aún no resuelta de forma firme ni comunicada por los cauces orgánicos establecidos”. “Pero incluso aceptando la veracidad, eso no implica para nada ninguna irregularidad institucional”, agregó.
En su opinión, todas las informaciones que se han ido publicando este año son “un burdo intento de confundir a la ciudadanía”. “Mi trabajo diario es transparente, público y conforme a la legalidad. Cuento con el respaldo de mi grupo, con quienes comparto proyectos y responsabilidad de gobierno”, explicó.
“Lo que necesita Aguarón no es ruido, sino estabilidad. No son estas las formas de contribuir al interés general. Invito a la oposición del PP a trabajar con propuestas y a respetar el funcionamiento de este Ayuntamiento”, continuó.
A este respecto, aseguró haber priorizado “siempre” los intereses de la localidad “por encima de cualquier interés personal o partidista”: “Hemos avanzado en proyectos esenciales, manteniendo el equilibrio presupuestario, fomentando la participación vecinal y defendiendo los servicios públicos. Mi conciencia, por supuesto, está tranquilísima porque sé que me he guiado en todo momento por principios de honestidad, cercanía y servicios públicos”.
Facturas y circo
El de este jueves fue, probablemente, uno de los plenos más esperpénticos del Ayuntamiento de Aguarón. Cucalón recalcó en varias ocasiones que sigue actuando bajo las siglas del PSOE y negó las acusaciones de opacidad pese a que el PP ni siquiera tuvo acceso a los expedientes de los principales puntos del orden del día.
Los concejales declararon nulo, a regañadientes, el contrato de las placas fotovoltaicas adjudicado a Electra Aguarón SL. Pero como subrayó el propio regidor, “después de todo, no pasa nada”, ya que los trabajos ya se han ejecutado y solo queda por pagar algo más de 700 euros.
Los minutos más tensos se vivieron en el turno de mociones, ruegos y preguntas. El PP afeó a Cucalón que no incluyera su moción como un punto aparte en el orden del día pese a haberla presentado en tiempo y forma.
Y este, lejos de amilanarse, contestó sacando su gran as bajo la manga: una factura del concejal del PP por una comida de ocho menús…por 120 euros (a razón de 15 euros por cabeza). El concejal en cuestión, Juan Carlos Bernal, lo tuvo fácil. Aseguró que la factura era de sus años como alcalde y comparó esos 15 euros por cabeza con la comida de la gamba roja o los 565 euros, sin IVA, que se gastó Cucalón en otra comida con alcaldes y un técnico de la CHE, en este caso, en su condición como presidente de la comarca Campo de Cariñena. En ella salieron a prácticamente 60 euros por barba.