Jesús Marco, con sus cultivos de fondo. E. E.
Jesús Marco, agricultor afectado por las tormentas: "Lo que queremos es poder recoger los frutos, no cobrar un seguro"
El sector primario hace balance una semana después del último temporal, que obligó a activar la alerta roja y a movilizar a la UME.
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Jesús Marco, agricultor de Tarazona, ha perdido gran parte de una cosecha "prometedora" tras las últimas tormentas. Él tiene trigo, cebada y maíz, y en los últimos meses ha visto cómo el granizo y las tormentas han acabado con el esfuerzo de toda la campaña.
"El maíz ha habido zonas en las que ha quedado machacado al 100% y donde ha cogido la cebada también ha habido bastantes daños", lamenta.
Las fuertes lluvias de mediados de este mes de julio, que obligaron a activar la alerta roja y a movilizar a la Unidad Militar de Emergencias (UME), han sido la puntilla.
Los agricultores de la zona sufrieron otra tormenta hace aproximadamente un mes que ya les obligó a dar parte al seguro.
"Aquella no fue muy abundante, pero como el año venía muy bueno y la cosecha se veía tan bien, avisamos. Los seguros están muy bien, pero lo que quiere un agricultor es recoger el fruto de su trabajo de todo el año. Al final, las aseguradoras no te van a pagar lo que realmente ibas a sacar", razona.
El trabajo ahora es doble, ya que además de dar parte y preparar toda la documentación tendrá que invertir para retirar todos los restos que quedan en el campo. "Esta se supone que tendría que ser una época buena, pero se te va la ilusión", admite.
En Tarazona son alrededor de una veintena de agricultores y prácticamente todos, en mayor o menor medida, se han visto afectados por los temporales. "Todo depende de la zona. Habrá gente a la que le habrá hecho mucho más porque tenía más tierra de cultivo en el punto donde cayó el agua", dice Marco.
A uno de sus compañeros le ha cogido "todo su regadío". "A mí también, pero a los trigos, por ejemplo, no les ha afectado al ser más resistentes. En total, de las mías se habrán podido ver afectadas unas 30 hectáreas fácilmente", precisa.
Con el maíz, todo apunta a que el daño será irreversible. "De trigo y cebada recogeremos lo que haya. El maíz puede ser que recupere o que no lo haga, pero con tormentas tan fuertes, la producción final no va a ser, ni de lejos, la que tendría que haber sido. Se va a ver mermada seguro", indica.
Su testimonio es compartido por el resto de agricultores de la zona. Diego Cobos, concejal del ramo de Tarazona, confirma que, en líneas generales, los maíces están "destrozados", ya que "cuando cayó la pedregada ya estaban muy afectados".
"Todas las hojas que se han roto se están secando y aún tienen peor aspecto. Y en el cereal, en lo que teníamos ya apedreado de antes, ahora le ha pegado mucho más. Llevamos tres pedregadas, y la última ha sido un desastre", afirma el titular de Agricultura.
La localidad está ahora a la espera de los peritos. En total podría haber unas mil hectáreas afectadas, aunque el verdadero problema estaría con aquellos productores que no tienen seguro agrario.
Con esto, Cobos se refiere a dos empresas de hortalizas ecológicas, las choperas y todo lo que respecta a cultivos de verano como los maíces. "Veremos a ver qué ocurre. Tenemos la esperanza de que nos declaren zona catastrófica. La gente está muy triste. Al final, la tormenta se ha llevado todo por delante. No se habla de otra cosa, pocas alegrías hay ahora", expone.