La directora del IAM, María Antoñanzas, en la presentación de la campaña contra la violencia sexual DGA
Los centros de atención a víctimas de violencia sexual en Aragón atiende a 39 menores en seis meses
Los CAIVIS distribuidos en las tres capitales de provincia han atendido a un total de 167 mujeres desde que se encuentran operativos.
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Los centros de atención integral de violencia sexual en Aragón han atendido a un total de 236 personas en el medio año que se encuentran activos. Entre esos datos, destacan los 39 menores que han pasado por estos centros para pedir apoyo. Así ha presentado los datos la directora del Instituto Aragonés de la Mujer, María Antoñanzas.
Estos puntos asisten de manera psicológica, jurídica y social a las personas víctimas de violencia sexual desde hace medio año que llevan activos. En este tiempo han atendido a 167 mujeres y se han acercado hasta los centros a pedir ayuda 30 personas del entorno de la víctima.
Desglosados los datos, en Zaragoza se han atendido a 100 mujeres; en Huesca, 31; y en Teruel, 36. Según ha matizado Antoñanzas, el perfil "aún no está determinado", pero predominan mujeres de entre los 18 a los 40 años. "Hemos atendido también casos de personas de la tercera edad, que pueden tener más reparo en decirlo, pero hemos tenido alguno", ha admitido.
Del mismo modo, los profesionales que conforman los Caivis también han mantenido atenciones telemáticas con personas del entorno rural e, incluso, estos pueden trasladarse hasta "cualquier población" para la personalización de las atenciones.
Sin embargo, el dato que más preocupa es el número de víctimas menores de edad atendidos que ha llegado a alcanzar los 39. Donde más se concentran los casos son en la capital aragonesa en el que han atendido 31 menores de los 12 a los 18 años. Le sigue Teruel con 5 y Huesca con 2.
"Los menores también viven estas situaciones, también son víctimas, también la sufren. Pensábamos que eran más menores los que sufrían violencia digital, pero también viven violencia física específica", ha destacado Antoñanzas.
Hasta 63 municipios con puntos violeta
Asimismo, el IAM ha lanzado una campaña contra la violencia sexual de cara al verano y a la celebración de las fiestas en los pueblos. La campaña, 'Identifica las medidas', quiere visibilizar y sensibilizar sobre conductas inadecuadas, y prevenir la violencia sexual entre la población más joven, especialmente en espacios de ocio, como festivales, fiestas o verbenas.
"Queremos visibilizar conductas grises y prevenir sobre todo en la población más joven en fiestas que se desarrollan durante las próximas semanas", ha destacado Antoñanzas.
Durante la rueda de prensa, Antoñanzas ha recalcado la ampliación de los puntos violeta en 2025 que llegarán a los municipios de más de 1.700 habitantes. A partir de este año las localidades interesadas podrán acceder a estas instalaciones en sus fiestas patronales o eventos de similares características
Hasta ahora, los municipios aragoneses de más de 2.500 habitantes podían suscribir un convenio de colaboración con el IAM para habilitar estos espacios, si bien desde este año el acuerdo se amplía a las localidades de más de 1.700 habitantes. De este modo, los puntos violeta se podrán instalar en 63 poblaciones de la comunidad, frente a las 31 que podían implementar estos espacios en 2023.
Las localidades que suscriben este convenio deben instalar los puntos violeta en una ubicación visible y accesible a la ciudadanía, en un tramo horario en que se prevea una mayor necesidad del recurso y que garantice la seguridad de las personas que puedan necesitarlo, así como del personal que lo atiende.
También se comprometen, entre otros requisitos, a dar difusión a la puesta en marcha de este espacio para que pueda conocerlo la ciudadanía en general. Por su parte, el IAM aporta 5.000 euros a las localidades para que puedan destinarlo a este fin.
Estos espacios funcionan como puntos de información, prevención de la violencia machista y acompañamiento para las posibles víctimas y son atendidos por personal profesional formado, concienciado y sensible en materia de igualdad.
Se trata de actuar desde el foco del problema, si se produce, sensibilizar y concienciar a todas las personas y velar por que todas las mujeres y menores se sientan seguros, al tiempo que los puntos violeta cumplen una función pedagógica para fomentar la prevención.
