Momento del rescate en el centro de salud de Azuara

Momento del rescate en el centro de salud de Azuara Diputación de Zaragoza

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El informe que alertó del riesgo de inundación en Azuara: “Sería conveniente realizar un estudio en la zona”

El Ayuntamiento de Azuara había iniciado las obras de una residencia en una zona colindante al área marcada por la CHE y el Ministerio como inundable.

Más información: El centro de salud del pueblo de Zaragoza arrasado por la riada se encontraba en una zona de riesgo de inundación

Zaragoza
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Las últimas riadas sufridas en una docena de pueblos de la provincia de Zaragoza han vuelto a poner de manifiesto la delicada situación de algunas construcciones en municipios ubicados junto a riberas de ríos.

En Azuara, una de las localidades más dañadas por la crecida descontrolada del río Cámaras, el centro de salud, un pabellón o el campo de fútbol quedaron destrozados por la fuerza del río, así como las obras de la residencia de mayores que comenzaron hace apenas dos meses.

Todos estos edificios se encontraban ubicados en una zona con riesgo de inundaciones, tal y como se refleja en los mapas del Ministerio para la Transición Ecológica y la Confederación Hidrográfica del Ebro. En concreto, afecta a prácticamente toda la parte baja del municipio de Azuara.

Esta peligrosidad ya fue alertada por un informe del estudio Igeo2 elaborado a petición del Ayuntamiento de Azuara. En él se recomendaba elaborar un estudio de inundaciones de la zona, “dada la situación de la parcela” y ante la “falta de información pública al respecto”.

“Pese a que no existe cartografía de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) en las parcelas objeto de estudio, sí que existen datos a 300 metros aproximadamente. Con estos datos se observa que, si la cartografía existente fuera más amplia, las parcelas se podrían encontrar muy próximas a la zona de policía del río, así como a la zona con riesgo de inundación con un periodo de 500 años”, decía el informe.

En concreto, el mapa sitúa como zona de alta probabilidad a toda la ribera del río Cámaras y llega incluso hasta medio estadio de fútbol, quedando a las puertas del polideportivo y del centro de salud. Esta alerta se marca en zonas donde hay probabilidad de inundación en únicamente diez años, la más elevada de las autoridades.

Los mapas del Ministerio definen cuatro áreas según la probabilidad de inundación a 10, 50, 100 y 500 años. Conforme más se extiende el rango temporal, más cerca se queda la zona de riesgo del centro de salud arrasado y del polideportivo, hasta que, en el rango de 500 años, denominado como ‘probabilidad baja o excepcional’, ya se cubre medio polideportivo y parte del centro de salud.

La evaluación ambiental ‘exprés’ por parte del Inaga

Para poder iniciar la construcción de la residencia, fue necesario aprobar en 2022 una modificación del Plan General de Ordenación Urbana, para adecuar los usos de dos parcelas valoradas como ‘No Urbanizable Genérico’ como zona de equipamientos. Con ello, la superficie de suelo urbano se ampliaba en más de una hectárea.

Al dar el visto bueno, el Inaga optó por una tramitación ‘exprés’, eximiendo al Ayuntamiento de la evaluación ambiental estratégica ordinaria. Esta decisión viene acompañada en un documento simplificado que analizó los posibles efectos en el medio ambiente tras la instalación de la residencia de mayores.

Sin embargo, en este informe no se mencionan los posibles riesgos de inundación en la parte baja del municipio de Azuara, más allá de una pequeña mención como una posible medida complementaria: “Red de drenaje dimensionada ante riesgos de inundación y evacuación no erosiva”.

Tampoco se hace mención alguna del riesgo de inundación en la resolución del Inaga, firmada por el entonces director, Jesús Lobera, el 16 de marzo de 2022, por la cual se decide no someter la modificación del PGOU al procedimiento de evaluación ambiental estratégica ordinaria.

Las obras de esta residencia comenzaron el pasado mes de abril, con la visita de la ministra y secretaria general del PSOE aragonés, Pilar Alegría. En ese acto, su alcalde, Joaquín Alconchel, definía estas instalaciones como una “reivindicación de hace muchos años”, que ahora deberán iniciar desde 0 y en otra ubicación.