Alicante prueba la IA que revoluciona las pruebas en oftalmología: "Permite captar antes casos urgentes"

Reducir las listas de espera en la sanidad es uno de los retos que tienen que afrontar las administraciones y en la ciudad de Alicante tienen en la inteligencia artificial uno de los remedios. Lo están consiguiendo en oftalmología gracias a Doria, un sistema creado en Valencia y que también "permite captar antes casos urgentes".

Así lo están trabajando desde que iniciaron la primera prueba piloto de Doria en septiembre en el Hospital General Doctor Balmis. Esta máquina permite realizar más de cien pruebas diagnósticas en solo ocho minutos, como remarca el jefe de esta unidad, Juanjo Pérez.

"Este equipo lo colocamos en un centro de especialidades, que es el punto entre la medicina primaria y la medicina hospitalaria", explica el doctor. La ventaja de hacerlo así es que "los médicos de cabecera directamente citan a los pacientes al robot en lugar de mandarlos al especialista en oftalmología".

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En las dos tandas de pruebas hechas, una primera con 170 pacientes y otra con 700, han logrado resultados espectaculares. Según celebra Pérez, se han evitado el 43% de las visitas hospitalarias al especialista oftalmológico en Alicante.

Ese logro, como celebra el doctor, ya ha reducido significativamente la saturación de las consultas y las largas listas de espera. En una nueva etapa lo probarán con 8.000 pacientes, aún una pequeña parte de los 70.000 que pasan anualmente por la unidad, ejemplo de que son centro de alto volumen.

¿Y cómo lo consigue? Doria emite un informe a partir de estas pruebas que el oftalmólogo revisa y le permite "clasificar a los pacientes" más hábilmente. "Los clasifica diciendo este paciente no tiene nada o tiene este problema", apunta, "y sienta las prioridades con lo que el paciente tiene que ser visto".

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Doria no solo agiliza el proceso, sino que también detecta patologías de forma temprana, como la degeneración macular asociada a la edad o la retinopatía diabética. Esta capacidad permite tratamientos precoces y evita pérdidas de visión irreversibles, valora el doctor.

De hacer este avance posible, se ha encargado la empresa valenciana Zink Medical. Su fundador, Francisco Sanchís valora la "gran satisfacción" de una acogida así en el hospital alicantino. Con ellos acumulan ya más de 5.000 pacientes tratados, ya que arrancaron en el hospital La Paz de Madrid.

El éxito de su sistema, que ya planean llevar a otras comunidades como Cantabria, La Rioja y Andalucía, está en poder sumar todas esas pruebas diagnósticas en un solo aparato y que las realice en tan poco tiempo, sin necesidad de dilatar las pupilas, con las molestias que eso causa.

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Y así lo corrobora el jefe de la unidad de oftalmología, que asegura que los pacientes lo están recibiendo "muy bien". Doria está diseñado para ser accesible y cómodo, incluso para personas con claustrofobia o en silla de ruedas, remarca.

Sanchís recalca que así se pone el foco en "estamos todos los españoles pagando a grandes especialistas que son muy buenos y lo que nos gustaría es que no perdieran el tiempo en aquello que no vale la pena y que emplearan el tiempo en curar mejor nuestras patologías".