Llamas por teléfono a tu centro de salud en Alicante, pero la posibilidad de que te lo cojan es remota. Después decides probar a través de la aplicación de GVA Salut; eliges la opción de "cita presencial", pero ya sea por error o no, no aparece ningún día disponible. Después te decantas por la opción de 'cita telefónica'. ¡Aleluya!, hay un hueco disponible para dentro de diez días.

Esta es la realidad actual de la sanidad pública en la Comunidad Valenciana, en este caso para coger una cita en medicina familiar. Por no hablar de las 'interminables' listas de espera o necesitar cita con un especialista (dermatólogo, ginecólogo, psicólogo...).

'La gota que ha colmado el vaso' ha sido la pandemia, pero son muchos otros los problemas que afectan directamente a la sanidad pública de España. Lo que ha llevado a mucha gente a trasladarse del público al privado a través de los seguros de salud. Como ya adelantó este medio, desde que gobierna el 'Botánico' de Ximo Puig, se han firmado 221.000 pólizas, un aumento del 24%.

[La colaboración público-privada, "el mayor reto de la sanidad española en Alicante"]

"La tormenta perfecta" 

El aumento de la esperanza de vida y la cronificación de muchas enfermedades que antes no tenían solución, son otras de las claves para entender la crisis actual, acelerada por los años de parón a causa del coronavirus. Una pandemia, qué por cierto, todavía no ha terminado.

La directora médica de HLA Vistahermosa, Concha Giner, habla de la "tormenta perfecta" para definir la situación. En su caso, deja claro que su posición no es la de atacar a la sanidad pública, sino todo lo contrario. "La pública y la privada deben coexistir porque no tienen sentido la una sin la otra". 

Preguntamos a la doctora Concha Giner cuáles son las consultas más demandadas en su clínica. A lo que responde, que especialidades como la dermatología o la oftalmología están en el 'top' de la lista. "Me encuentro con muchos pacientes de más de 80 años, que quizá antes ya no tenían la posibilidad de operarse de unas cataratas", explica.

Giner es consciente de la situación. "Muchos pacientes vienen a que les solucionemos un problema". Lamenta que con el estado actual de la economía española, hay pacientes que no pueden permitirse ir por lo privado. "Si la gente no tiene para comer, cómo va a pagar un seguro o una consulta", afirma. 

Concha Giner pone el enfoque en la colaboración público-privada. "Debemos coexistir porque además con la pandemia hemos demostrado que podemos trabajar juntos". Explica que la solución no pasa por las manos de los médicos o el personal sanitario, y mucho menos por los ciudadanos, porque son las administraciones las que deben "ofrecer una solución". 

"Nosotros no nos alegramos de que la pública vaya mal ni mucho menos porque solo queremos ayudar". Habla de acciones más concretas como el reparto de tareas, el traslado de pacientes de la pública a la privada o la agilidad de los procesos burocráticos. "No nos puede llegar un paciente por un problema del sistema fuera de tiempo o con menos posibilidades de vida", concluye.