La fotografía de la comida es ya un oficio para muchas personas, los restaurantes de Alicante piden honestidad en ello.

La fotografía de la comida es ya un oficio para muchas personas, los restaurantes de Alicante piden honestidad en ello. Anastazy Kuznetsova

Gastronomía

Los restaurantes de Alicante echan en cara a los influencers que "lo primero que te piden es comer gratis"

La asociación Ara critica el "intrusismo" en un sector que ha pasado de pedir solo comidas gratuitas a cobrar hasta 2.000 euros por la difusión.

Más información: Influencers a los que les atraganta ir gratis a los restaurantes: los empresarios de Alicante hablan

Alicante
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¿Cuántas veces has visto recomendaciones elogiosas en redes sociales de restaurantes y nuevos locales? ¿Cuántas decían que cobraban por ello? De decir que un plato es extraordinario solo por comer gratis se pasa a un negocio por el que se cobra hasta dos mil euros en Alicante. Los restaurantes echan en cara la falta de transparencia de los creadores de contenido.

Gabriela Córdoba, presidenta de la Asociación de Restaurantes de Alicante (Ara), explica que esta publicidad es "mucho más cercana". Y es atractiva, sobre todo para quienes usan aplicaciones como Instagram o TikTok.

Los restauradores valoran el potencial de promoción que pueden tener estos canales. El posible consumidor cree que esos vídeos con gente de la calle son más "reales", muestran el sitio y la experiencia desde su punto de vista. Y, de hecho, Córdoba reconoce que estos nuevos influentes "se adelantaron al propio sector" al descubrir estas nuevas formas de vender.

Si al principio no creían en ese potencial, los números que ofrecen las redes sociales sin contrastar por nadie más que ellos mismos, se hacen públicos para captar más clientes. Eso abrió el mercado de quien ve el negocio en hablar a la cámara de su móvil.

Sin embargo, esta relación también tiene una parte mala. Aunque es una profesión, la regulación está abierta. Primero el Gobierno lanzó un Código de Conducta en el que se dice que hay que dejar bien claro que un contenido es publicidad, como no es punitivo, apenas se cumple. Lo que sí llegó en 2024 es la ley de los influencers, pero esta se centra en los de mayor alcance.

Por eso la presidenta de Ara advierte sobre el "mucho intrusismo" que existe en este ámbito. Muchos se presentan en los restaurantes utilizando su número de seguidores como "tarjeta de visita". Al presentarse, lo primero que solicitan es "comer gratis". Córdoba recalca que esos son "los más sencillitos y los más benévolos".

La situación ha evolucionado respecto a hace unos años. Hace cinco o siete años, solo pedían comer gratis a cambio de una publicación. Ahora, muchos piden también un pago en metálico, una "cuota".

Las cifras solicitadas son reales e importantes. Los pagos por hablar de un restaurante en redes pueden oscilar entre "500, 600, 800, 1.000, 2.000" euros. "Por menos de 500 euros, ahora mismo, nadie que tenga equis seguidores te saca" asegura la presidenta.

Ara pide que, para ser una profesión, los influencers deben ser "serios" y hacer "críticas reales". El problema es la falta de información, pues no se explica que el contenido es publicidad. "Tienes que saber, tienes que informar que es un anuncio," reitera.

El público no sabe si la crítica es una experiencia real o una "película" pagada. Esta falta de transparencia "hace daño" al sector, destaca, ya que produce una "competencia desleal" y engaña al público.

Además, es crucial saber en qué sector se mueven los seguidores. No es lo mismo tener 200.000 seguidores concentrados en Alicante que en Madrid o Barcelona. También importa si el influencer es bueno en moda o en "gastronomía de calidad".

El sector de la hostelería sabe que las redes sociales son una plataforma "imprescindible". Los restaurantes están dando "más valor" a estas herramientas y a quienes son profesionales en su uso. De ahí que Córdoba valore el cambio del sector que está empezando a trabajar en formación con redes y con inteligencia artificial.