Julia Sala en su local de Las tartas de Julita en el centro de Alicante este jueves.

Julia Sala en su local de Las tartas de Julita en el centro de Alicante este jueves. M.H.

Gastronomía

Julia (28) es la reina de las tartas de queso en Alicante y quiere serlo de toda España: "Trabajo cada día como el primero"

Tiene un negocio con cuatro locales propios, más dos puntos de venta, y ya dos franquicias para empezar a llevar sus postres por todo el país.

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Alicante
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Las colas de clientes que habitualmente tiene Las tartas de Julita nacieron de la voluntad de romper con un comentario negativo en redes sociales. Frente a ello Julia Sala está levantando una pequeña cadena en la provincia de Alicante que aspira a llevar a toda España: "Trabajo cada día como el primero".

Con 28 años y una amplia sonrisa, toma un café mientras repasa cómo empezó su historia de emprendimiento. Hace dos años trabajaba en el negocio familiar que tienen sus padres en la playa de San Juan y buscaba un extra con el que romper la falta de un proyecto propio.

"Después de ver una reseña malísima de la tarta que teníamos en el restaurante", recuerda, pensó que "no tiene que ser tan difícil hacer una tarta de queso". ¿Problema? "Soy una pésima cocinera". Y se lanzó a la búsqueda de una receta en internet: "La hice y no me salió tan mal".

Entonces no podía imaginar cómo iba a cambiar su vida un postre que se ha convertido en uno de los más populares en los restaurantes. Estaba en "un momento de curiosidad" y empezó a experimentar cambiando la base e ingredientes.

Desde el principio esas tartas eran las que se servían en el restaurante, donde los comensales les ofrecían sus impresiones y la ayudaron a mejorar. Probó con bases con la galleta Lotus, luego con otros quesos, hasta perfeccionar la receta clásica.

Siempre atenta a las tendencias, se fijó en el auge de las tartas de queso fluidas que se ofrecían en Madrid y Barcelona para conseguir esa consistencia en sus creaciones. Pruebas y más pruebas con fallos que no la desanimaban porque "al principio había algunas que se te rompían directamente".

El punto de inflexión para la joven lo recuerda perfectamente. "Un día una clienta que se llama Ana
me pidió esa tarta: 'por favor, que es la favorita de mi marido'". Julia se sorprendió por la petición y así le respondió: "Me lo estás diciendo porque sabes que la he hecho yo, no me creo que me estás diciendo que te gusta mi tarta".

A pesar de esas dudas iniciales, cumplió con el encargo y le preparó una tarta. "¡No sabía ni desmoldarla!", reconoce, pero no se arredró y lo aprendió para entregarla sin que se rompiera. Aquella fue pronto el primero de muchos encargos que empezó a recibir en el restaurante por eso destaca risueña "que siempre se lo agradeceré a Ana".

Instagram se convirtió en una de las claves de su éxito. Acostumbrada a llevar las redes de Le Sol, con 25.000 seguidores, y la suya propia con otros 10.000 decidió crear una cuenta específica para este postre. "Se me da bien, tengo un don innato para la comunicación", concede con una sonrisa.

Sabores nuevos cada semana

Desde el inicio, no se estancó en la tarta clásica. Su primera variante fue añadiendo el chocolate Jungly. A partir de ahí ha seguido buscando nuevos sabores para que cada semana sus clientes sigan yendo a sus tiendas: "Comer tarta de queso clásica todas las semanas tampoco te va a apetecer".

Lo que sí tiene claro es que había interés por probarlas desde el principio. La primera Nochebuena le llegaron cincuenta encargos. Había llegado el momento en que sus padres le dijeron que necesitaban espacio y era momento de independizarse.

Encontró un local pequeño con un alquiler muy bajo en una calle poco concurrida en San Juan. La idea inicial era vender tartas enteras, pero para la inauguración, decidió anunciar en Instagram que vendería porciones hasta agotar existencias "y se agotaron en 45 minutos, había una cola que daba la vuelta a la esquina".

Aquel fenómeno de ventas se ha ido manteniendo y decidió apostar por abrir más locales: centro de Alicante, Elche y Murcia además de dos puntos en el centro comercial Gran Vía y el Outlet Store de Sant Vicent del Raspeig.

De trabajar sola, Julia ha pasado a liderar un equipo de casi 40 trabajadores en todas sus tiendas. Su papel ha evolucionado, enfocándose en reuniones, franquicias, con dos ya firmadas, y manteniendo la gestión de las redes sociales.

Y promete no parar: "Más allá de ser la primera tienda de tartas de queso en Alicante el no quedarme estancada y seguir cada día trabajando como si fuera el primero".