El Castillo de Guadalest.

El Castillo de Guadalest. Turismo GVA

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El pueblo más especial de Alicante para despedir el año, según la IA: "Un rincón mágico entre montañas"

Un destino coronado por un castillo milenario y un embalse turquesa, perfecto para una Nochevieja tranquila y acogedora.

Más información: Este es el municipio más antiguo de Alicante: tiene tres patrimonios y sus orígenes se remontan al 5000 a. C.

Alicante
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Guadalest es, según la inteligencia artificial, el pueblo más especial de Alicante para decir adiós al año. La respuesta es clara desde el primer momento y apunta a su ambiente íntimo, su luz invernal y su capacidad casi terapéutica para cerrar etapas.

La provincia de Alicante presume de playas, sí, pero su interior guarda algunos de los paisajes más sorprendentes de la Comunitat Valenciana. Valles tranquilos, sierras abruptas y pueblos que mantienen su carácter convierten esta zona en un refugio perfecto cuando el calendario entra en tiempo de descuento.

En ese mapa de interior, Guadalest ocupa un lugar privilegiado. Su silueta elevada, rodeada de montañas y de un embalse de tonos turquesa, ofrece un escenario que muchos buscan para despedir diciembre con calma y sin estridencias.

EL ESPAÑOL ha consultado a la IA del momento, 'ChatGPT', para conocer cuál sería su elección. La herramienta no duda en señalar a Guadalest y lo hace con convicción.

Asegura que, si tuviera que escoger un pueblo para cerrar el año, lo elegiría "sin pestañear". Defiende que el lugar posee "ese equilibrio mágico entre silencio y espectáculo", especialmente a finales de diciembre, cuando el turismo baja y el valle parece "diseñado para cerrar ciclos".

La IA apunta que caminar por sus calles empedradas en invierno activa un “modo reset vital” casi sin buscarlo. También subraya el impacto del castillo iluminado al caer la tarde, un espacio que define como "uno de los balcones emocionales más potentes de la provincia".

La magia invernal de Guadalest

Guadalest conserva un casco histórico declarado Conjunto Histórico Artístico, con raíces musulmanas y dividido entre la villa fortificada y el raval del valle. El visitante asciende por una peña abrupta hasta llegar a la zona alta, donde se mantienen restos de murallas del siglo XVI que integran elementos medievales.

El Castillo de San José, del siglo XI, se levanta en la cima como un guardián del tiempo. Aunque sufrió terremotos y una voladura, sigue siendo un tesoro patrimonial que domina el paisaje. La IA también destaca que este enclave "hace que el año que termina pese menos", porque desde esa altura todo parece más manejable.

En el corazón del pueblo esperan la casa señorial, el ayuntamiento, la parroquia y una red de museos que sorprende por su variedad, desde miniaturas hasta colecciones históricas. La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y el Museo Etnológico completan una visita cargada de historia y serenidad.

Un fin de año tranquilo

El embalse aporta otra cara del pueblo: senderos rodeados de naturaleza, un silencio envolvente y un paisaje que invita a pasear sin prisa. En invierno, Guadalest se vuelve más íntimo. Las luces navideñas iluminan sus fachadas blancas y los restaurantes trabajan a un ritmo pausado que encaja con quienes buscan despedir el año sin agobios.

La IA también menciona un detalle simpático: el eco de las campanadas rebotando entre montañas, "como si la naturaleza te dijera: ‘Venga, este año sí''.

A todo esto se suma la amplia oferta de casas rurales. Muchas permiten pasar la noche de fin de año frente a la chimenea, en un ambiente cálido y acogedor que contrasta con el bullicio de las grandes ciudades. Un plan perfecto para quienes prefieren un cierre de año tranquilo, envuelto en paisaje y autenticidad.

Guadalest reúne historia, belleza y calma. Un cóctel que, -según la IA-, lo convierte en "el destino más especial de Alicante para despedir el año".