Simba, gato abandonado en Alicante

Simba, gato abandonado en Alicante

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Simba, el gato al que su dueño abandonó en casa antes de marcharse al extranjero: lo encontró una inmobiliaria

Asoka se hizo cargo del animal, después de que un agente inmobiliario lo hallase "aterrorizado" y "desubicado" en el interior de una vivienda de alquiler.

Más información: Asoka, 25 años buscando un hogar a perros y gatos abandonados en Alicante: "Se puede ayudar con 1 € al mes"

Alicante
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En la mayoría de hogares españoles hay mascotas. Perros y gatos son los favoritos y, en la mayoría de los casos, se convierten en un miembro más de la familia. Incluso en algunos hogares, hay parejas que han sustituido los niños por animales de compañía.

Para los amantes de los animales, cuesta creer que alguien sea capaz de abandonar a su perro o a su gato a su suerte. Más aún cuando se trata de un delito. Si el animal no lleva microchip, demostrar quién es su propietario resulta muy complicado, a pesar de que su implantación es obligatoria

Algo parecido le ocurrió a Simba, un gato de ocho años que ahora busca un nuevo hogar desde la protectora de animales de Alicante, Asoka el Grande.

La historia de Simba

Entre las historias que marcan la vida del refugio está la de Simba, un gato que ha perdido peso y vitalidad en los últimos meses. Su dueño lo abandonó en la vivienda en la que residían antes de marcharse a vivir al extranjero.

Fueron los trabajadores de la inmobiliaria quienes lo encontraron y le dieron de comer hasta que Asoka pudo rescatarlo. No llevaba chip, lo que hace imposible denunciar a su propietario.

Hoy Simba lucha contra la tristeza y el estrés de haber pasado de un piso a una jaula. "Es un gato que ha pasado toda su vida viviendo en un piso y ahora…", lamenta Macarena Lajo, presidenta de Asoka.

Cuando una agente inmobiliario accedió al piso para volverlo a alquilar, se encontró a Simba "aterrorizado y desubicado", comentan. Estaba tan estresado que una veterinaria tuvo que sedarlo para poder trasladarlo al refugio.

El gato pasó varias semanas en cuarentena. "Los primeros días estaba en un estado de shock brutal, pero poco a poco, con cariño y paciencia, hemos ido trabajando con él para poder acercarnos, darle sus tratamientos, sus patés, sin que supusiera un mayor estrés", explican desde la entidad.

Ahora Simba ya se encuentra en un recinto más amplio, adaptándose a su espacio y a sus compañeros con mayor tranquilidad.

Es un gato grande y hermoso, sano, desparasitado y castrado, que podría convertirse en el compañero ideal.

Aun así, necesita tiempo para recuperarse del abandono. "Esperamos poder deciros pronto que ha llegado su momento y está listo para volver a crear un hogar junto a humanos", confían desde Asoka.

Otros abandonos recientes

El caso de Simba no es un hecho aislado. Hace apenas unas semanas, Asoka recibió el aviso de dos perros abandonados en un campo en venta. Los animales estaban en condiciones deplorables: enfermos, esqueléticos y sin apenas fuerzas para sobrevivir.

Sasha

Sasha

La protectora se movilizó para rescatar al más grave, que llegó al albergue al borde de la muerte. Gracias a los cuidados de los voluntarios y a la atención veterinaria, el perro empieza poco a poco a recuperarse y se espera que pronto pueda estar disponible para adopción.

En el albergue también se encuentra Sasha, una American Staffordshire de apenas un año que llegó en un estado lamentable. Su propietario la mantenía sin los cuidados necesarios y presentaba un cuadro muy grave: dio positivo en leishmania y anaplasma, lo que afectó de forma visible a su piel.

Aunque su dueño alegó que "todo había ocurrido en apenas una semana", desde la protectora saben que es imposible que un animal llegue a ese nivel de deterioro en tan poco tiempo.

A pesar de todo lo vivido, Sasha conserva un carácter dulce y noble. Es cariñosa, sociable con otros perros y demuestra cada día las ganas de salir adelante.

Con tratamiento veterinario, cuidados constantes y el cariño de los voluntarios, confían en que pronto recupere la vitalidad que merece y pueda encontrar un hogar en el que la quieran de verdad.

La labor de Asoka

Fundada en el año 2000, Asoka es una asociación sin ánimo de lucro que lucha contra el abandono, defiende los derechos de los animales y promueve la adopción responsable. Actualmente tiene en adopción casi 70 perros y más de 100 gatos.

Cada año reciben entre 250 y 300 animales.

Las formas de colaborar son múltiples: hacerse socio, apadrinar un animal o unirse al grupo Teaming, una herramienta que permite donar un euro al mes.

La asociación lleva cuatro años construyendo un nuevo albergue, cinco minutos más cerca de su ubicación actual. Pasará de los 4.000 metros cuadrados a 32.000.

"Será propio, mucho más grande y con mejores instalaciones para los animales", explica Macarena Lajo.

El nuevo espacio contará con mejoras de aislamiento y con patios independientes para cada tres jaulas, lo que permitirá ofrecer una mayor calidad de vida a los animales.