La localidad alicantina de Beniardá.

La localidad alicantina de Beniardá. GVA

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El pueblo de Alicante donde todavía se vive como antes, según la IA: "Los vecinos dejan la puerta abierta"

La tranquilidad y la cercanía, son dos de las ventajas que señala ChatGPT de esta localidad, ubicada en la montaña.

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Alicante
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En la provincia de Alicante todavía hay un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Según la inteligencia artificial (IA), ese pueblo es Beniardá, una localidad diminuta en la Vall de Guadalest.

En este rincón de la Marina Baixa, la confianza entre vecinos sigue marcando el día a día y donde, como dice la propia IA, "puedes dejar la puerta entornada o la bicicleta apoyada en la plaza, sin preocuparte".

La Costa Blanca es mundialmente conocida por destinos como Benidorm o Torrevieja, pero el interior de la provincia también guarda tesoros que sorprenden a quienes los visitan. Se trata de pueblos pequeños, rodeados de naturaleza y tranquilidad, en los e todavía es posible recuperar una vida sin prisas.

La respuesta de la IA

Por esa razón, desde EL ESPAÑOL de Alicante hemos preguntado a la inteligencia artificial cuál es el lugar en el que todavía se puede vivir como antes. La herramienta no duda en señalar a Beniardá.

Destaca que no se trata solo de un pueblo tranquilo, sino de un entorno humano en el que la vida comunitaria aún tiene un peso central. "Es apenas un puñado de calles encaladas donde todo el mundo se conoce y nadie es un extraño", explica.

Su ubicación también es clave. Situado en la Vall de Guadalest y protegido por las montañas, conserva un carácter auténtico y discreto que lo diferencia de su vecino más turístico, Guadalest.

"Ese aislamiento relativo ha hecho que el pueblo mantenga lo esencial: la calma, la confianza y la comunidad", resume la IA.

Un rincón con encanto

A solo 20 kilómetros de Benidorm y de la Serra Gelada, Beniardá mantiene intacto su sabor rural. Entre un embalse, un río y las sierras de Xortá y Serrella, ofrece un entorno privilegiado para el senderismo y el turismo de naturaleza.

Su trazado urbano aún conserva la herencia árabe, con calles estrechas y restos de antiguas edificaciones.

Tal y como señala Turisme de la Comunitat Valenciana, se trata de un municipio en el que todavía se percibe el pasado agrícola y de montaña, "un rincón en el valle del Guadalest que invita a disfrutar de la calma".

Fiestas y tradiciones

Beniardá mantiene celebraciones con un carácter único. Entre ellas destaca la fiesta de les fadrines, que en septiembre reúne a los vecinos con música, verbenas y actos religiosos.

También sobresale su Feria Artesanal, donde los visitantes pueden probar productos típicos como aceite de oliva, miel, embutidos, buñuelos de calabaza o los populares minxos.

Un destino para desconectar

Las rutas de senderismo que parten del pueblo llevan a enclaves como la Mallada del Llop, ideales para quienes buscan naturaleza en estado puro. A todo ello se suma un ambiente comunitario difícil de encontrar en otros lugares.

Por eso, Beniardá se convierte en uno de esos rincones que invitan a hacer una escapada diferente o incluso a imaginar una vida más tranquila.

Un lugar donde, como recuerda la inteligencia artificial, todavía se puede vivir "con la puerta abierta".