Últimos días para que la ciudadanía se decante entre las nueve candidaturas a Árbol de España 2023, cuya votación popular ha concluido este sábado 10 de diciembre. Un proceso organizado por la ONG Bosques sin Fronteras que ha dejado como único representante de la Comunidad Valenciana al Plátano de Biar. Este ejemplar es, precisamente, el plátano de mayor porte de todo el territorio valenciano y uno de los mayores de España.

El Plátano de Biar, localidad del interior de la provincia considerada por la revista 'National Geographic' como uno de los pueblos más bonitos de Alicante, tiene muchas posibilidades de hacerse con el galardón si atendemos al resultado provisional que, desde la web https://arbolybosquedelaño.es (donde se puede votar) se ha ido ofreciendo hasta hace unos días, que es cuando han decidido ocultar el resultado provisional.  

Está ubicado en el parque más emblemático de la población alicantina y da nombre a un paseo del mismo nombre. La alcaldesa de Biar, Magdalena Martínez, ha indicado "Ningún ejemplar de gran porte está tan unido a su población como el plátano”. “Ha visto jugar y conversar debajo de sus ramas a decenas de generaciones de biarenses, es un emblema para el municipio y un atractivo turístico”, asegura.

De hecho, en el vídeo promocional se explica, en primera persona, que este árbol ha sido testigo del crecimiento del pueblo a lo largo de los siglos, y de ahí su importancia. "Mis acogedoras ramas y el encantador sonido que vierten los caños de mi fuente han sido cómplices de miles declaraciones de amor, divertidas tertulias veraniegas y juegos y risas de pequeños bienenses", avanza. 

"Nacimos en el imperio donde nunca se ponía el sol y lo vimos caer, hemos visto alguna que otra guerra, que mejor olvidaremos...", insiste el audiovisual.

Características e historia

El Plátano de Biar es un ejemplar de la especie Platanus Orientalis, que tiene una altura de 26,24 metros, un perímetro de 6 metros de perímetro de tronco, medido a una altura de 1,30 metros de la base y más de 350 años de edad, aunque la primera documentación que hace referencia al presente árbol, considerándolo como un elemento singular, data de 1824.

La historia tiene miga. La primera fuente fue en realidad un abrevadero de Biar que se construyó en 1580, cuando el consistorio acuerda hacer la encadufada, o también conocida como acequia, para traer el agua a la villa. Sin embargo, como las 'cosas de palacio van despacio', no fue hasta 1618 cuando esta obra se ejecutó, según consta en el libro racional de dicho año.

Sin agua, no hay vida, así que esta inversión fue vital para el ya de por si vitalista Plátano de Biar. “Todos los abrevaderos estaban dotados de árboles, aportando unas buenas sombras a las caballerías y ganados durante su abastecimiento. Por ello, deducimos que posiblemente fuese plantado éste árbol junto con otros, los cuales no han perdurado en el tiempo”, según se indica en el catálogo de elementos patrimoniales del Ayuntamiento de Biar. 

"Todos los abrevaderos estaban dotados de árboles, aportando unas buenas sombras a las caballerías y ganados durante su abastecimiento", se lee en la descripción de la candidatura. "Por ello, deducimos que posiblemente fuese plantado éste árbol junto con otros, los cuales no han perdurado en el tiempo" en ese año, 1618.