Quien asistiese el pasado jueves al cambio de carteras de Turismo, Industria e Innovación en el palacio de Las Brujas de Alicante, o un día después al pleno de investidura del nuevo presidente de la Diputación, Toni Pérez, pudo comprobar cómo algo ha cambiado entre las principales figuras políticas, empresariales y sociales de la provincia.

Alicante emana ilusión ante la nueva legislatura autonómica como seguro no lo ha hecho antes, ni siquiera cuando otro alicantino como Eduardo Zaplana, accedió a la Presidencia de la Generalitat. He de reconocer que yo no viví aquel momento, pero todas mis fuentes me corroboran esta sensación.

¿Se acuerdan el primer gobierno Botánico de Ximo Puig? Sólo dos alicantinos de diez, y ninguno de ellos de entre las filas del PSPV-PSOE que lideraba la coalición, con una conselleria "media" como Industria (Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo) para el nacionalista de Muro de Alcoy, Rafael Climent, y otra, la "maría", de Transparencia (Responsabilidad Social, Participación y Cooperación), para el nacionalista alicantino Manuel Alcaraz.

Ambos con escasísimo peso en la sociedad alicantina. De hecho, Alcaraz siempre se ha visto como "socialista caviar" por líder del PSOE local y pese al apoyo mediático que ha tenido en su carrera como activista por parte de un determinado diario provincial, nunca ha tenido ningún liderazgo. Y Climent ha estado en el punto de mira del PSPV (y seguramente de Puig, pese a que le ha mantenido 8 años) desde 2015, por debajo de quien verdaderamente tenía el poder en el ámbito económico, el socialista Vicent Soler, conseller de Hacienda y Modelo Económico.

Luego en 2018 es cierto que entró Ana Barceló, de Sax. Y en 2019 Mireia Mollà, Raúl Dalmau y Carolina Pascual. En el 2022 cambió Barceló por Josefina Bueno y a finales de año Mollà por Aitana Mas. Pero a lo que voy, ¿peso político, peso social, peso empresarial...?

El hecho de Carlos Mazón sea el presidente de la Generalitat cambia por completo este panorama, y de ahí la ilusión vivida en la última semana y el "poder" que emana la provincia dentro de la Generalitat de cara a los próximos cuatro años. Pero es que además, Mazón conformado un Consell (al menos el que depende del PP), estrictamente equilibrado en lo territorial y paritario.

Más aún, ha elegido como "superconsellera" en Economía a Nuria Montes, elegida este año como la mujer más influyente de la provincia por este diario, no por haber ido ascendiendo dentro de un partido político durante 27 años, sino por haberse labrado una carrera profesional intachable que es reconocida en la izquierda (lo hicieron los consellers de Puig salientes) y en la derecha.   

Y en el ámbito social de su Consell, a José Antonio Rovira (Educación, Universidades y Empleo), quizás una de las personas que más sabe de la administración pública valenciana, y el que mejor negocia en cualquier ámbito político y administrativo.

En suma, tres figuras de primer nivel en la provincia llamadas a poner a Alicante en el lugar que merece dentro de la Comunidad Valenciana y de España. Y ahora vendrá el resto, el segundo y el tercer escalón de la Generalitat.