Compromís vuelve a la carga con la tasa turística. Después de que el Gobierno de Mazón derogara la ley autonómica aprobada por el Gobierno del Botánico, desde la ciudad de Alicante proponen reactivarla. Así lo avanza el concejal Rafa Mas que quiere llevar al Patronato de Turismo una propuesta para gravar con un euro por día a los cruceristas y dos euros a los que pernoctan.

Este impuesto que su formación promovió en el mandato anterior desde la Generalitat con la ley 7/2022 pretendía "gravar la capacidad económica puesta de manifiesto por estar en un establecimiento turístico". Una norma que revolucionó al sector que se opuso a ella desde el principio y que se convirtió en encendido objeto de debate electoral.

Mas pretende ahora con estas medidas "que se genere el debate junto con los sectores afectados porque lo que ha pasado en la ciudad ya es una alarma". Y eso lo traduce su formación, en "una proliferación de pisos turísticos descontrolados" y que "cada año vienen más cruceros".

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Estos dos factores, a juicio de Mas, "no generan empleo y desbarajustan el sector". De hecho, critica que se "está generando una gentrificación de los barrios como San Antón y Carolinas Bajas, todo lo que es el anillo del centro". La propuesta de Compromís, asegura, busca un freno a esto "para que no pase en ciudades como Venecia o Málaga, que se están colapsando".

¿Es esto compatible con una ciudad que depende económicamente de este sector? Mas concede que este es "el sector principal". Su idea es que el turismo "que tengamos sea uno de calidad, que sea sostenible y respetuoso con la vida de la ciudad".

Y ahí es donde vuelve a razonar la necesidad de "crear un plan estratégico real riguroso" porque "como no empecemos con una estrategia seria, avanzamos al turismo de borrachera que no genera empleo y acaba con los recursos y con los servicios públicos".

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Regulación y control son dos de los conceptos que va reiterando a lo largo de su exposición. "¿Hasta dónde puede llegar la Administración?", se pregunta. "Si tienes más gente en la ciudad, tienes que dedicar más recursos a limpieza y seguridad ¿y hasta dónde puede llegar el Ayuntamiento con ese coste de población no censada? Nos preocupa la regulación, hay que controlarlo".

Mas insiste en que retomar esta propuesta "no es extraterrestre", ya que en otras regiones, como Cataluña e Islas Baleares, se aplica. Así, propone que en lugar de llamarla tasa turística se la denomine ecotasa ya que gravaría a los que considera grandes contaminadores, como los cruceros. La conciencia medioambiental en la sociedad haría que "la gente lo entienda mejor".

Esta línea verde es la que cree que, además, sería una base para reformular el público al que se dirige la ciudad. "Para acabar con el modelo de turismo depredador y de borrachera para vincularlo al patrimonio cultural y medioambiente", apunta, "porque eso genera otro tipo de público que viene a la ciudad, un turismo de calidad vinculado al patrimonio y naturaleza que genera más dinero".

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Mas considera natural el regreso de la tasa turística pese a la mencionada derogación. "Está en nuestro programa electoral y la propusimos nosotros aunque fue descafeinada por el partido socialista", recuerda sobre el largo proceso de negociación entre los socios del anterior Gobierno de la Generalitat. Pese al nuevo contexto electoral, insiste en que "hay que plantear un estudio serio y de calidad". La alternativa, alerta, "es que no puede ser una barra libre porque si no, nos cargamos el sector turístico".

"Somos conscientes de que no se va a restablecer la tasa turística", concluye, "pero hay que darle una vuelta porque hay más cruceros y más pisos. Hay que reordenar el sector para hacerlo compatible con una vida y una buena experiencia turística".