"Somos más pobres", aunque la situación de empresas y familias españolas es mejor que en la crisis de 2009. Estos son dos de los ejes sobre los que CaixaBank a través de su consejero delegado Gonzalo Gortázar ha analizado el panorama económico del país en la apertura del congreso OpenDir de Alicante.

La contundencia del mensaje que hay que "aceptar" que "somos más pobres" como consecuencia de la inflación y el aumento del coste de las materias primas ha marcado el inicio del foro abierto para directivos que ha acogido este miércoles el ADDA de Alicante. A pesar de ello, Gortázar ha resaltado que hay "indicadores para ser razonablemente optimistas".

Las propuestas de CaixaBank para "ver cómo distribuir esa pobreza" pasan por "un pacto de rentas" ya que "no se puede negar subiendo salarios y márgenes de beneficios empresariales". El pacto de rentas que pide Gortázar tiene un fin, "atajar cuanto antes" esa pobreza. Porque, como ha razonado, cuanto antes se "resuelva", mayor será el nivel de bienestar de los hogares. 

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De momento, como recoge Efe, Gortázar destaca que las ratios de endeudamiento son mucho menores que en 2009 por lo que el punto de partida para esta nueva crisis es mejor. "Desde hace muchos meses, las previsiones anunciaban que las cosas iban a ir a peor; no obstante, estos pronósticos no se han cumplido", ha explicado.

Así lo han ido señalando los números que maneja CaixaBank con un crecimiento importante durante el segundo trimestre de 2022 y en el tercero, un aumento "razonablemente positivo". En este tercer trimestre hay una caída de dos puntos en el gasto sobre el segundo, pero que el gasto de los no residentes -mayormente turistas- con un crecimiento del 10 % entre el segundo y tercer trimestre han propiciado que este último periodo del año no fuera negativo.

Lo que sí está claro es que este verano ya se aprecian "síntomas de desaceleración". Por ello "es de prever un cuarto trimestre, y el primero de 2023, con crecimientos nulos o negativos", aunque "España lo hará algo mejor que en la Eurozona, con crecimientos cercanos a cero". Se ha mostrado seguro de que el impacto de una crisis en España será "más reducido" que en épocas pasadas, cuando en España las recesiones han supuesto un mayor impacto que en otros países europeos.

El impulso a las renovables

En cada crisis hay una oportunidad y Gortázar la ve en las energías renovables. Este momento es "un aliciente para acelerar la transformación" en esa materia porque el aumento de precios en gas y electricidad se mantendrá para los próximos años. Así, ha dicho que las políticas públicas europeas "deben estar enfocadas en esa dirección y en incentivar aún más las ayudas" para que el continente siga siendo "competitivo". Más cuando ha recordado que Estados Unidos sí es capaz de autoabastecerse de materias primas.

La poca dependencia del gas ruso en España (un 8 % antes de la guerra) ante Europa (40 %) "nos beneficia" y debe ayudar a "impulsar" las energías renovables, que pueden significar "una palanca extraordinaria para combatir el aumento de precios en años futuros". Por último, ha resaltado sobre el tema que "con la buena evolución de almacenes de gas y con una restricción lógica al consumo, es esperable atravesar el invierno sin interrupciones de suministro en Europa".

Sin burbuja inmobiliaria

El análisis de CaixaBank ha valorado la "fortaleza de los bancos" y de las empresas, pues el nivel de endeudamiento empresarial se sitúa en el 101 % del total del PIB. Cifras menores que el 110 % de las empresas europeas sobre el PIB de la UE y por el 140 % de las firmas españolas en 2009.

También ocurre lo mismo en las familias, que cuentan con un menor porcentaje de deuda respecto a la crisis de 2009 y también en el mercado inmobiliario, donde "no existe una burbuja".

Ha dicho que, más allá de la situación de empresas y familias, la fortaleza financiera de los bancos, que cuentan con ratios de solvencia tres veces mayores que en 2009, son los que "permitirán ayudar a empresas y familias" en momentos "difíciles".

Así, Gortázar ha concluido que cuando los bancos "están fuertes, las crisis duran menos y son menos profundas, mientras que si no son solventes, las crisis económicas son más profundas".