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La llegada de turistas británicos a España y, más concretamente, a la Costa Blanca y a Benidorm, uno de sus destinos preferidos de sol y playa, será "poco probable" al menos hasta el mes de agosto. Así se lo ha transmitido este miércoles el embajador de Reino Unido en España, Hugh Elliot, al alcalde de Benidorm, Toni Pérez, en una reunión en la que también estuvo presente la patronal turística Hosbec.

Elliot hizo alusión a la preocupación que existe en su país por la expansión de la variante británica de la Covid, que está provocando una tercera ola y que ha valido para que países como Alemania, Austria o Francia cierren sus fronteras.

Mientras tranto España ha tomado el camino contrario y ha exhimido a los visitantes de Reino Unido de realizar pruebas PCR, algo que ha permitido una reactivación de los vuelos pero que requiere que el Gobierno británico levante el veto que tiene actualmente a los viajes al extranjero para que la recuperación sea completa.

Actualmente los ingleses solo pueden viajar sin que les exija cuarentena a la vuelta a Portugal, Israel, Australia, Nueva Zelada y algún otro destino menor.

Sí existe la posibilidad, adelantada la semana pasada por la prensa británica, de que Baleares o Canarias puedan tener una consideración distinta, al tratarse de islas, pero las autoridades británicas tendrán muy en cuenta el nivel de incidencia de los destinos a la hora de tomar la decisión.

Reunión con el embajador en Benidorm. EFE

En principio se espera que el Ejecutivo de Boris Johnson revise esta lista de países el próximo lunes, pero Elliot ha reconocido que es difícil que España entre ya en el semáforo verde.

El embajador británico ha descartado tomar una decisión similar para regiones en la Península, tal como le pidió el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, "porque las fronteras están abiertas y no hay las mismas condiciones de seguridad, además de que la situación puede empeorar".

El embajador, eso sí, ha reconocido "la buena evolución" de la pandemia en la región, "un trabajo que apreciamos mucho", pero ha insistido en que a la hora de establecer el semáforo "operamos en un sistema global y no podemos hacerlo a nivel de ciudades o regiones" porque "logísticamente no es factible".

"Con la campaña de vacunación y la bajada de la prevalencia del virus pronto habrá buenas noticias, pero aún estamos en el peor momento de la pandemia y hay que estar atentos a las posibles variantes. Hace falta algo más de paciencia", ha concluido.

Avance de la vacunación

Por su parte, el alcalde de Benidorm también ha apuntado que la llegada de británicos no se producirá "hasta finales de julio o primeros de agosto" a pesar de la baja incidencia de la pandemia en la ciudad, inferior a 15 casos por cada 100.000 habitantes. "Hay que ser realistas. Ofrecemos posiblemente el destino turístico más seguro del mundo y hay que seguir trabajando en esa línea", ha indicado.

Playa de Benidorm, este miércoles. EFE

A su vez, el presidente de Hosbec, Toni Mayor, se ha mostrado algo más optimista y ha confiado en que la campaña de vacunación propicie la llegada de británicos "a finales de julio o incluso antes, aunque hay que ser prudentes".

Sí se ha mostrado esperanzado en que la baja incidencia de la Comunidad Valenciana en los últimos tres meses "puede funcionar muy bien a nivel del mercado europeo".

También ha subrayado la "gran fuerza" del mercado nacional en estas tres últimas semanas. "Pensaba que estaríamos peor", ha dicho Mayor, quien ha avanzado que a corto plazo "habrá un tsunami de reservas y tendremos un otoño e invierno muy buenos".

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