Tres partidos para el final y el Balonmano Benidorm lo tiene en la mano. Es cuarto, con tres puntos de ventaja sobre Logroño, quinto y próximo rival, y cuatro sobre Cuenca, sexto y gran amenaza. Dos victorias serían suficientes para sellar el segundo billete a Europa del Benidorm, primero a través de la Liga. Puede que, con un poco de suerte, no sean necesarios ni siquiera cuatro puntos, ya que la quinta plaza, si el Barcelona gana la Copa Asobal, también tiene premio.

Ajenos a estos cálculos está el presidente de la entidad, Javier Abinzano, arquitecto, junto a Jaime Alvado y Pedro Muñoz, del proyecto que transformó un modesto club en una entidad modélica y asentada en la élite. “Yo miro al partido de Logroño, que es el próximo. Si somos capaces de ganar allí lo tendremos muy cerca”, afirma el dirigente, cuya personalidad es un torrente de energía, ambición y optimismo de la que se alimenta el Benidorm.

Abinzano admite la dificultad del calendario y la entidad de los lobos que persiguen al Benidorm, pero cree que su equipo “se merece el premio”. “Ha sido una temporada atípica, sin continuidad. Hemos sufrido varios parones y luego acumulación de partidos en pocas fechas. Era difícil mantener la regularidad, pero la tendencia del equipo siempre ha sido positiva”, destaca el navarro.

El Benidorm ya ha establecido esta temporada una nueva máxima puntuación histórica en la categoría (33 puntos) a falta de tres jornadas, por lo que, pase lo que pase, ya es el mejor equipo de siempre del club en sus ocho años en Asobal. “Me hace ser positivo el ver el día a día del equipo. La clave de la temporada, que no ha sido fácil, ha sido dejar trabajar y delegar para que se cree un clima de relax y todo el mundo pueda dar lo mejor de sí mismo”, explica.

Abinzano cree que el balonmano le debe una a su equipo tras lo sucedido hace dos años en Europa, cuando el Benidorm fue eliminado sin jugar el partido de vuelta de su eliminatoria por un falso covid. “Estamos invictos en Europa”, bromea Abinzano, quien recuerda que a su equipo, tras ganar el partido de ida de la eliminatoria, no le permitieron salir de España para disputar la vuelta en Austria.

“Históricamente, ha sido Europa la que ha venido a Benidorm. Ya es hora de que sea Benidorm la que vaya a Europa”, comenta el dirigente, a quien no se le ocurre mejor embajador de su ciudad por el continente que su equipo. “Si logramos clasificarnos, vamos a llegar a través del deporte a mercados que pueden ser potenciales clientes de Benidorm”, reitera.

Lo que tiene claro Abinzano es que si su equipo logra el billete para jugar en Europa el club no estará solo ante el nuevo desafío económico. “Seguro que las instituciones y los patrocinadores responderán. Estar en Europa es un premio que nos merecemos todos, Benidorm, la provincia y la Comunidad Valenciana. La anterior experiencia duró poco y todo el mundo sabrá estar a la altura”, confía el dirigente.

Ambiente

Más allá de la fantástica temporada en la pista, el presidente del Benidorm también se siente orgulloso del gran ambiente de balonmano que se ha logrado crear en la pista del Palau, escenario tradicionalmente frío que ha mutado en una caldera en los últimos meses. En este sentido, Abinzano afirma que se están recogiendo los frutos del trabajo que “desde hace años” está realizando el club, aunque apunta directamente a la peña Panda Azul como la gran animadora del recinto,

“Es un orgullo y una satisfacción para nosotros tenerla detrás. Es nuestra primera peña. Nos ayuda mucho y por eso los jugadores no dudan tras cada partido en compartir la victoria con ella. Esa presión que ejercen desde la grada nos da un puntito más que en ocasiones en lo que marca la diferencia para ganar partidos igualados”, explica el presidente.

Abinzano disfruta del presente de su club, aunque su forma de ser y de vivir le obliga a estar mirando ya al próximo ejercicio. “Este mes se cumplen ocho años del ascenso a la Asobal. Ya hemos jugado una final de Copa, nos hemos asentado en la categoría y ahora aspiramos a jugar en Europa. Pero no podemos pararnos con lo logrado. Hay que ir siempre más allá. Tenemos que seguir creciendo hasta que llegue un día que podamos plantarle cara al Barcelona”, sentencia.