
Ciclistas en el Bonalba Resort Bonalba Resort
Oasis para el descanso familiar y centro de alto rendimiento deportivo: la evolución de un hotel en Mutxamel
Bonalba Resort ha conseguido en los últimos años, sin perder su esencia residencial, acoger concentraciones de equipos de élite de ciclismo, rugby y fútbol.
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A poco más de diez minutos del centro de Alicante se encuentra Bonalba Resort, un complejo turístico que en apenas un lustro ha mutado su piel para, sin perder su esencia de santuario turístico, convertirse en un centro de alto rendimiento deportivo.
Ciclistas ganadores del Tour de Francia, como Chris Froom (Israel Team) y Jonas Vingegaard (Jumbo Visma) o vencedores de Giro y Vuelta, como Pimoz Roglic (Red Bull-BORA) han pasado por sus instalaciones.
Además de súper clases como Wout van Aert o Sepp Kuss (Jumbo Visma), futbolistas profesionales y selecciones nacionales del máximo nivel de rugby, como Sudáfrica, Francia y, por supuesto, España.
La metamorfosis de Bonalba no se entiende sin la figura de Xavier Darblabe, CEO del complejo. El empresario francés siempre mostró una sensibilidad especial por el mundo del deporte gracias a sus años como jugador de rugby.
Todo cambió como consecuencia de la pandemia. Con el hotel cerrado y sin clientes, Darblade adquirió junto a su socio el campo de golf, por entonces devaluado y poco explotado, y giró el mercado potencial del hotel hacia el turismo deportivo.
"El mal del siglo XXI es el estrés. Y nosotros hemos querido construir una burbuja que se nota nada más cruzar los arcos de entrada a Bonalba", asegura el empresario, cuya primera decisión fue revitalizar el campo de prácticas y crear una escuela de golf.
Tras recuperar este espacio deportivo, Darblabe fue a por más. "Teníamos terreno y decidimos ampliar".
"Nos pusimos en contacto con Juanfran Torres (exjugador del Atlético y de la selección española) para construir campos de fútbol y de rugby", relata el empresario, que admite que "hemos tenido que invertir y arriesgar para crecer".
Para mejorar las condiciones de los deportistas, a los que el complejo ofrece la posibilidad de ir prácticamente andando desde el campo de entrenamiento hasta su habitación en el hotel, se ha construido un gimnasio profesional, una clínica deportiva y una sala para fisioterapia.
También proyecta cubrir parte de su enorme piscina para que esté climatizada y pueda ser utilizada por clientes y deportistas en invierno.
Hotel para todos
Uno de los secretos del recinto es saber conciliar los intereses del cliente medio, que busca tranquilidad y un entorno familiar, con las exigencias y peculiaridades que requieren los deportistas profesionales.
"La configuración del hotel nos ayuda. Tenemos cinco plantas y la gente en realidad sólo se cruza en los pasillos. No hay conflicto porque no se molestan unos a otros y todo el mundo cohabita perfectamente en diferentes espacios", detalla Darblade.

Darblade junto a un miembro de la selección española de rugby. Cedida
"Uno de los valores del complejo es poder acoger a la vez un campeonato de golf, una concentración de una selección y una boda sin que nadie se cruce", añade.
El CEO de Bonalba Resort está convencido de que la presencia de deportistas de alto nivel en sus instalaciones provocará un efecto llamada a medio plazo.
"Es como la agricultura, sembramos para recoger", señala Darblade, que afirma que el deseo de la dirección es "seguir apostando por el deporte, ya sea aficionado o de élite".
Futuro
"Tenemos varios proyectos en mente para deportistas profesionales, pero sobre todo para atraer al turismo internacional de empresa o de congresos y ofrecerle, durante su estancia en Alicante".
"Hay un amplio abanico de posibilidades, desde clases de golf a rutas en bicicleta, de diferentes niveles de exigencia, por carretera y montaña", argumenta el empresario.
"Yo analizo y busco si hay opción de mercado. Luego, necesitas tener al hombre clave, esa persona que conoce una disciplina deportiva y te abre puertas", explica en referencia a Juanfran, en el caso del fútbol, o de Guillem Carrión, presidente de La Vila, en el rugby.
"Pero no me gustaría que Bonalba se asocie a un deporte en particular, sino al deporte y la vida sana en general", matiza.
"Queremos crecer, pero más en calidad que en cantidad", sentencia Darblade, que destaca que, tras algunas tensiones pasadas, la convivencia con los vecinos de la zona es casi perfecta.
"Las dos partes nos hemos entendido. Ellos saben que hemos revalorizado la zona. Nosotros tratamos de no molestar e incluso de informarles e invitarles a todo lo que hacemos. Nuestro club está abierto a todo el mundo", afirma.
Turismo deportivo
Darblade asume que su nicho de mercado está orientado más al turismo internacional, pero desvela con orgullo que cada día son más los clientes que llegan desde otros puntos de la provincia y de Alicante ciudad para pasar unos días.
"Es gente que quiere desconectar, pero sin estar lejos del día a día por si tienen que volver en apenas unos minutos. Para ellos esto es un oasis", presume.
La escuela de golf es uno de los principales reclamos del centro residencial, que ya está en negociaciones con operadores de varios países asiáticos para atraer a centenares de clientes a los que ofrecer, además de una actividad deportiva tutelada por un maestro profesional, todo el atractivo turístico de la provincia.
El CEO de Bonalba bendice la competencia que existe en la provincia de Alicante para acoger turismo deportivo y se de clientes.
"Nuestro mercado es distinto al de esa zona. Nosotros queremos que todo el mundo, aunque no sea profesional, pueda disfrutar de un entorno diseñado para vivir plenamente el deporte y todo lo que conlleva este modelo de vida", sentencia.