Conocer más a fondo uno de los iconos de la ciudad de Alicante, la basílica de Santa María es ya una realidad a partir de esta semana. La diócesis de Orihuela destaca que se ha puesto en marcha este servicio profesional de visitas guiadas para ofrecer al visitante la oportunidad de conocer la historia de este monumento, declarado Bien de Interés Cultural. Y lo harán a través de un circuito que recorre todas las estancias del templo, así como algunas dependencias privadas donde se expone parte del patrimonio que atesora la parroquia.

El visitante podrá conocer la basílica por medio de una audioguía que se le entregará en la entrada o bien por medio de un guía autorizado en el caso de visitas para grupos. Este es un servicio pionero en la diócesis ya que hasta ahora no hay iglesias que cuenten con ello. De momento arrancarán con inglés y francés, además de español.

La duración de la visita se estima en unos cuarenta y cinco minutos. En ella se incluirá no solo los espacios que habitualmente pueden contemplarse en el horario de culto, sino que incorporará otros que normalmente se encuentran cerrados y que esconden elementos de gran belleza y valor histórico.

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Desde la basílica de Santa María se pretende así poner en valor la belleza y relevancia de este templo, la construcción religiosa más antigua de la ciudad de Alicante, como destaca el comunicado de la diócesis, ya que data del siglo XIV.

Este servicio se pone en marcha a partir del 1 de febrero con un amplio abanico horario que será totalmente compatible con los cultos religiosos que se celebran a diario en el templo, así como con la conservación del mismo.

Con más de cinco siglos de historia, sus cuidados son claves. De hecho, tras un incendio sufrido durante el siglo XV, la basílica de Santa María tuvo que ser reconstruida, de ahí que su fachada sea barroca y esté coronada por dos torres asimétricas construidas en los siglos XIV y XVIII respectivamente. De este magnífico edificio religioso, destaca la portada con una imagen de la Virgen, realizada por el escultor Juan Bautista Borja.

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En su interior destacan por encima de otros elementos, el altar mayor rococó del siglo XVIII y las capillas del bautismo, de la Inmaculada y de la comunión. También son significativos una enorme pila bautismal del siglo XVI y un órgano barroco valenciano de 1653.

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