Asun Noales, centro, durante los ensayos antes de estrenar en el ODC de San Francisco.

Asun Noales, centro, durante los ensayos antes de estrenar en el ODC de San Francisco. Germán Antón

Cultura

Asun Noales celebra la diversidad funcional en la danza estrenando en San Francisco

La coreógrafa de Elche se estrena internacionalmente dirigiendo a una compañía estadounidense después de triunfar en los Max.

20 septiembre, 2022 02:06
Alicante

"Mi objetivo principal era trabajar con una compañía profesional de bailarines, sin prejuicios de que estos tuvieran otros cuerpos, otras formas de moverse o utilizaran una silla para bailar", cuenta la coreógrafa Asun Noales antes de su estreno este fin de semana en las tablas del teatro ODC en San Francisco. El salto de la creadora de Elche marca un hito que ya avanzaba a EL ESPAÑOL en su carrera internacional.

Esa voluntad es la que ha aplicado durante estas últimas semanas bailando con intérpretes con diversidad funcional que conoció a través de Nadia Adame. Un camino al que llegó después de más de quince años, cuando la descubrió y se quedó admirada por la potencia de su lenguaje al incluir las muletas en sus actuaciones.

El exitoso estreno de este fin de semana marca solo el primer paso de un espectáculo que luego girará por todo el mundo. Pero antes de eso están los nervios "y las ganas de parir, de ver la respuesta del público", cuenta porque ellos son los "que cierran el espectáculo porque cierran el proceso colectivo".

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Un trabajo que empezó a hacer vía Zoom porque se retrasó la tramitación del visado para poder estar cara a cara con sus bailarines. Durante esa segunda semana de agosto en el que el contacto fue por ordenador Noales valora que le vino muy bien para así conocerles y luego ver más las posibilidades que podía sacar de los intérpretes e improvisar con ellos y "conocer sus fortalezas y debilidades". 

Entrega total

Ha sido un proceso intenso en el que quería evitar las obviedades y la condescendencia. "Se trata de escuchar toda la investigación qué hemos hecho en cuatro semanas", razona. "Ha sido una entrega total a la pieza", asegura orgullosa, "y lo noto lo muy motivados que están con ella, que es súper física".

Al plantear la coreografía ha seguido con "mi sello, esa fisicalidad que me caracteriza" para lograr "una pieza potente". Y del trabajo con ellos ha descubierto nuevos movimientos porque "tener una silla en el escenario es un objeto muy poderoso, tienes la posibilidad de hacer otras cosas que nunca puedes hacer como es rodar". Y el usual entusiasmo que transmite lo remarca al sentir "esa sensación de moverte de manera circular con esa suavidad que te puede dar la rueda" que le ha permitido tener "pasos a dos chulísimos".

En estas semanas en California Asun Noales ha podido hacer un trabajo "de investigación, de cuerpo, de movimiento", con el que se siente satisfecha y que le apetecía "mucho trabajar en la idea de las relaciones humanas, del contacto de la piel, del placer, de la sensación del cuerpo, de la organicidad".

[Desde la periferia más absoluta, Asun Noales ha creado en Elche la obra ganadora de los Max]

De los cinco intérpretes con los que ha estado en esta residencia invitada en San Francisco valora que "tienen algo muy, muy especial, son súper compañeros, que eso a veces no te lo encuentras en todas las compañías". Un sentimiento que se plasmaba en "cómo se cuidan unos a otros, cómo se respetan, cómo están pendientes de lo que uno necesita, de lo que otros necesitan".

Y de ellos ha aprendido a usar un vocabulario técnico que reflejara a mí sus movimientos. "Aquí no dicen vete al suelo, siéntate o vete arriba, sino nivel 1, nivel 2, nivel 3", explica. Igual que en determinados casos no se necesita a nadie que le ayude. Por eso concluye que ha sido una experiencia muy enriquecedora.

La energía de los otros

"Para mí es un chute de energía estar con otros bailarines, gente que no me conoce de nada y con esa energía iniciática", razona. Ese proceso de aprendizaje del que se alimenta cuando buscan en ella su universo creativo "crea una energía, una chispa, que como creadora me lleva a otros lugares".

Y eso lo seguirá explorando, sin dejar de lado su Elche natal. "Estoy en un momento en el que también me apetece trabajar para otras compañías. Me apetece ser coreógrafa invitada", afirma. Y es ahora cuando acepta porque "me apetece trabajar con otras estructuras y conocer a otros bailarines, conocer otros países. Tengo que aprovechar también las ganas que tengo todavía de seguir creando y de trabajar con otros".