Los monos de Terra Natura.
El parque Terra Natura Benidorm activa su plan invernal para garantizar el bienestar de sus especies
Para mantener un clima adecuado en los recintos, el parque dispone de sistemas de calefacción y climatización ajustados a las condiciones de cada instalación.
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El equipo de profesionales de Terra Natura Benidorm, formado por cuidadores y veterinarios, ha puesto en marcha su protocolo de bienestar animal para la temporada de invierno, anticipándose a la bajada de las temperaturas.
Este plan se sustenta en tres ejes principales: control térmico, ajuste nutricional y adaptación de las rutinas de entrenamiento.
Todas las medidas se personalizan según las necesidades de cada especie para asegurar su comodidad y salud durante los meses más fríos.
Para mantener un clima adecuado en los recintos, el parque dispone de sistemas de calefacción y climatización ajustados a las condiciones de cada instalación.
Estos incluyen radiadores, lámparas térmicas y equipos de aire acondicionado con función de calor, que se revisan varias veces al día para garantizar su correcto funcionamiento.
Durante el invierno, los cobijos permanecen cerrados para conservar el calor y se abren en épocas templadas, permitiendo la ventilación natural.
Estas medidas resultan vitales en especies especialmente sensibles a los cambios de temperatura, como los titis, primates, rinocerontes, perezosos, aves tropicales, ciervos, reptiles y rapaces.
En el caso de los elefantes, la temperatura mínima de su hábitat no baja de los 15 ºC, mientras que los reptiles —como los cocodrilos— requieren un control más riguroso, manteniendo el ambiente entre 26 y 30 ºC y ajustando su dieta para facilitar una correcta digestión.
Las nutrias también reciben cuidados específicos: aunque su pelaje funciona como un excelente aislante natural, cuentan con lámparas de calor y áreas secas de descanso.
Cuando hay crías, se añaden camas de paja y se incrementa la frecuencia de las revisiones para comprobar que el entorno se mantiene adecuadamente cálido y estable.
En paralelo, la alimentación se adapta a las necesidades energéticas del invierno. Los menús se modifican en cantidad y valor calórico, manteniendo sin cambios la composición básica.
Los carnívoros reciben mayor cantidad de carne para aumentar sus reservas, mientras que los herbívoros disponen de un refuerzo en piensos, heno y vegetales.
En los primates, se incorporan suplementos de vitamina C en forma de gominolas desde octubre hasta marzo, con el objetivo de fortalecer las defensas.
Un ejemplo representativo es el de los titis y otros primates, cuya alimentación se divide en tres tomas diarias. Por la mañana se les proporciona “Primate Cake”, una preparación elaborada con cereales, frutas deshidratadas, proteínas y vitaminas, diseñada para cubrir sus necesidades básicas.
La cantidad se calcula según el peso corporal —alrededor de 10 gramos por kilo— y se ajusta en función de la edad o condición fisiológica. El resto del día se les ofrece una combinación de frutas, verduras y proteínas vivas, asegurando una dieta equilibrada que evite carencias durante el invierno.
La gestión de la alimentación implica una coordinación estrecha entre veterinarios, cuidadores y personal de cocina. Los veterinarios definen las pautas nutricionales y de manejo, mientras que los cuidadores preparan las raciones conforme al plan diario establecido.
Este trabajo en equipo garantiza una respuesta rápida ante cualquier cambio y una dieta siempre adaptada a las necesidades de cada ejemplar.
Asimismo, los entrenamientos también se ajustan a las condiciones invernales. Las rutinas buscan que los animales respondan con tranquilidad a las variaciones climáticas y se refugien de forma voluntaria cuando las temperaturas descienden.
Los ejercicios, basados en el refuerzo positivo, contribuyen a reducir el estrés y facilitan las tareas de manejo o revisión veterinaria. Los guacamayos son un ejemplo claro de ello: acuden por sí solos a sus refugios cuando llueve o hace frío, gracias a los entrenamientos reforzados durante todo el año.
“El bienestar animal es un compromiso constante, aunque el invierno exige una atención especial. Cada especie tiene requerimientos térmicos y nutricionales diferentes, y nuestra labor consiste en garantizar su confort, salud y seguridad en todo momento”, señalaron los especialistas de Terra Natura Benidorm.