Los vecinos Jesús y Fina protestan frente a los bloques de pisos afectados.

Los vecinos Jesús y Fina protestan frente a los bloques de pisos afectados. Jorge Verdú

Alicante ciudad

Jesús, vecino afectado por el desalojo multitudinario en Alicante: "Nos avisaron de la noche a la mañana"

Quince familias se encuentran en una situación crítica tras la nueva propiedad de los bloques de pisos donde viven en Carolinas Altas.

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Alicante
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Jesús García estará en la calle junto a su mujer y sus dos hijas menores el 25 de septiembre. Como la suya, otras 14 familias se encuentran en una situación crítica por la reciente compra de los dos bloques en los que viven en Alicante por parte de una empresa hostelera.

"Nos avisaron de la noche a la mañana", lamenta, refiriéndose a los papeles que se han encontrado los vecinos de Carolinas Altas por parte de Hostelería Carrusel S. L., que les informa de que deben abandonar sus viviendas al término de los contratos de alquiler.

Este jueves realizaron una rueda de prensa con el apoyo del Sindicat de Barri de Carolines para revelar "las amenazas y las presiones para el desalojo" que enfrentan.

Los bloques en cuestión se encuentran en la calle Pascual de la Mata nº 23 y 25, donde viven menores de edad, mayores y personas enfermas.

"Llevo viviendo diez años en el primero izquierda. Nos deberían dar la oportunidad de comprar el piso porque hay vecinos que se han gastado mucho dinero en reformarlos", señala.

Una de estas vecinas es Fina, que lleva 51 años viviendo allí y ha gastado más de 20.000 euros en reformas, según indica. "Me hicieron un contrato indefinido porque era amiga del propietario, pero me han avisado de que tengo que salir en 2026", sostiene.

Jesús añade que incluso tuvieron que cambiar las tuberías porque "si bebías agua te entraba gastroenteritis, te ponías malísimo, iban un montón de vecinos al hospital".

"La cuestión es que no nos avisaron ni nos dieron oportunidad de nada. Nosotros seguimos pagando nuestras facturas, pero ya han empezado las obras", comenta.

Las reuniones con la nueva propiedad han sido infructuosas, pues aseguran que no renovarán ningún alquiler para reformar la infraestructura y montar un proyecto aún desconocido para los vecinos.

Los afectados se han visto en la situación de buscar nuevas viviendas en una ciudad tensionada, con los alquileres por las nubes y registrando récords históricos.

"Pago 290 euros de alquiler y con el sueldo que tengo cortando atunes no nos da para otro piso", afirma.

La idea de la comunidad es unirse y pelear, "porque no tenemos dónde vivir, no hay alquileres asequibles", comenta resignado el vecino.

"Quien te tiene que tirar de tu casa es un juez, no es ni un abogado, ni un burofax ni nada. Cuando llegue la carta pelearemos", concluye.