La tasa media de absentismo laboral en España se sitúa en torno al 7%. Sin embargo, la tasa de absentismo laboral en centros penitenciarios como el de Fontcalent (Alicante Cumplimiento) se ha disparado hasta el 13%, según ha reconocido el Ministerio a los sindicatos de la prisión recientemente.

La situación es insostenible, asegura Joaquín Leyva, de Acaip-UGT, "porque seguimos con los mismos problemas y sin ninguna solución porque la dirección argumenta con unos números que son engañosos. Afirman que ha aumentado la plantilla de funcionarios pero no cuentan que hay tres nuevos servicios: la Unidad de Madres, la de Gestión de Penas y Medidas Alternativas y el Centro de Inserción Social".

Desde Acaip-UGT aseguran que tienen un déficit del 35% en la plantilla con una ocupación en Fontcalent que ha aumentado al 138%. Y en Villena, la ocupación es del 140%. "La administración penitenciaria falta al respeto a sus trabajadores de manera continuada, lo que genera hastío, hartazgo y una absoluta desconexión con nuestra propia institución", consideran los trabajadores.

"Al final todo funciona por inercia gracias al sobresfuerzo de los trabajadores y se producen episodios de estrés y ansiedad y estos se traducen en otras patologías de tipo hepático o cardiovascular entre los funcionarios", afirma Leyva. Y es que no hay medidas de ahorro energético, ni concentración de horarios ni teletrabajo para las labores administrativas.

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En el conjunto de España el año pasado se produjeron 120 ataques con lesiones en los centros penitenciarios. "Y las estadísticas sólo computan las agresiones a funcionarios en los que hay partes médicos de lesiones. Pero diariamente sufrimos insultos, amenazas, lanzamiento de esputos... Hace unas semanas hubo un intento de tirar a un funcionario por las escaleras. La conflictividad y la tensión van en el aumento y los internos cada vez tiene más sensación de impunidad", señala Leyva.

Y es que en módulos de 200 internos sólo hay 3 funcionarios por turno que tiene que atender a la vez dos patios, dos comedores y dos salas comunes. Sin embargo, la Administración argumenta que de 2010 hasta ahora se ha reducido la población reclusa en España desde las 70.000 a las 47.000 personas. 

"Lo que no dicen es que hay muchos módulos cerrados y que la ley dice que tiene que haber un interno por celda y sin embargo al cerrar módulos se siguen hacinands. Tampoco dicen que en 2021 se jubilaron la gran cantidad de trabajadores que entraron a principio de los 80 del siglo pasado y que cada vez somos menos funcionarios". 

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32 años del motín

El próximo mes de noviembre se cumplirán 32 años del motín que sobresaltó a toda España en la cárcel alicantina. Y aunque la situación es muy diferente a la que se vivía en los 90, los funcionarios no descartan problemas en las prisiones.

"Las agresiones de los internos a los trabajadores se mantiene o aumentan", asegura Leyva, "y el estado en que se encuentra prisiones como Alicante Cumplimiento, Ocaña o Burgos no facilita nuestro trabajo. A diferencia de Villena, la apertura de celdas es manual y debemos hacer inspección todos los días. Con tres funcionarios por módulo, ¿quién controla los patios entonces?".

 En 2020, en plena pandemia, se produjo un conato de motín con la quema de unos colchones que tuvo que ser sofocada por los funcionarios. "Con el déficit de personal no podemos dar una clasificación y un tratamiento adecuado a los internos. Las labores preventivas que impedirían esos futuros problemas, así que el riesgo está ahí", resume el sindicalista.