"El modelo que planteo es el de que la gente pueda hacer sus sueños, lo que uno quiera ser y no desde el intervencionismo". Con este mensaje Carlos Mazón como presidente del PP en la Comunidad Valenciana ha avanzado este viernes en À Punt las líneas de su programa para este "otoño complicado" y que quiere llevar a cabo en la Generalitat.

La bajada de impuestos, la convivencia y libertad lingüística, la política entendida como punto de encuentro y las críticas a Ximo Puig por la falta de diálogo han marcado la entrevista en el programa Les Notícies del Matí que ha dado el líder popular. 

La muerte de la reina Isabel II ha dado pie al inicio de las intervenciones de Mazón. El también presidente de la Diputación de Alicante ha indicado que en la región con una mayor presencia de británicos, con más de 120.000 empadronados, "las condolencias están más que justificadas" y que esta es "la comunidad más adecuada para tener las banderas a media asta".

La economía ha sido la que ha centrado buena parte de su discurso. Después de que esta semana el presidente Ximo Puig sorprendiera anunciando que está a favor de una bajada de impuestos, Mazón ha deseado que "ojalá sea una batalla por ver quién los baja más y mejor porque no se trata de cantidad sino de reactivar el empleo".

[Carlos Mazón pretende que la Comunidad Valenciana sea la primera con un impuesto progresivo a la vivienda]

El líder popular ha remarcado al respecto que "lo que no vale es subirlos y tampoco decirlo y no cuándo, cómo y de qué manera". Por eso ha contrapuesto su forma de exponerlo con diferentes documentos desarrollando lo que denomina "una gran revolución fiscal" con la falta de concreción que echa en cara al líder socialista.

La economía es la clave del discurso de Mazón y por eso ha repetido en diversas ocasiones que "queremos ayudar a los que más lo necesitan" y que "se ha roto" el tópico de que son necesarios impuestos altos para tener unos servicios públicos de calidad. De ahí que señale que los más beneficiados de su "revolución fiscal" son las rentas más bajas para las que plantea facilidades con el impuesto progresivo de la vivienda.

Si Mazón ha reiterado que su modelo es de la política del encuentro, la relación con el jefe del Consell es de desencuentros. Le ha echado en cara que "no tengo una alternativa que debatir" y que no le responde a las diversas propuestas que se le han enviado. Por eso ha recalcado que "me gustaría saber con quién tengo que hablarlo" y ha lamentado que "pocas veces el Consell ha tenido una oposición tan leal, que le ha dado un cheque en blanco, pero desgraciadamente con ese apoyo no hemos conseguido nada".