Uno de los dos detenidos en Bruselas en relación con los atentados de París asegura haber conducido el pasado sábado al presunto terrorista fugado Salah Abdeslam hasta el estadio Rey Balduino de Bruselas, en donde este martes debía jugarse un partido amistoso entre Bélgica y España que finalmente ha sido suspendido por el riesgo de atentado.

Fuentes de la investigación citadas por el diario Het Laatste Nieuws, añaden que hay testimonios que sitúan al fugitivo en las inmediaciones del estadio que debía ser escenario del partido amistoso. Las mismas fuentes advierten del temor a que intente cometer un atentado de envergadura para "morir como un mártir".

Salah Abdeslam, de nacionalidad francesa pero nacido y crecido en Bruselas, fue captado por una cámara de seguridad frente al restaurante Le Carillon un día antes de la matanza. Es hermano de Brahim Abdeslam, uno de los yihadistas que se inmolaron en París, y de un tercer sospechoso, Mohamed, que fue detenido el fin de semana y puesto en libertad el lunes. 

El viceprimer ministro y responsable de Exteriores belga, Didier Reynders, ha explicado a la cadena RTL que la decisión de elevar de 2 a 3 el nivel de alerta en todo el país se apoya en que Abdeslam sigue fugado y que se sospecha que está "fuertemente armado".

Detenidos identificados

Mientras, la Fiscalía belga ha confirmado la identidad de los dos detenidos este fin de semana en el distrito de Molenbeek-Saint-Jean (oeste de Bruselas) que han pasado a disposición judicial. La Policía identificó a estas dos personas a bordo de un vehículo junto a Abdeslam en la mañana del sábado, cuando cruzaron la frontera de Francia hacia Bélgica.

Se trata de Mohammed Amri, de 27 años, y de Hamza Attouh, de 21 años, y están acusados de ayudar en el atentado que ha dejado al menos 129 muertos en París y de pertenencia a grupo terrorista.

De acuerdo a lo publicado por varios medios belgas, ambos han ofrecido declaraciones contradictorias respecto a el lugar en donde dejaron a Abdeslam al final del viaje. Uno asegura que lo condujeron hasta Molenbeek, en donde la Policía le buscó el lunes en una redada sin éxito, y el otro dice haberlo dejado junto al estadio.

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