Paula Fraga, tercera por la izquierda, con sus compañeros de El Jacobino.

Paula Fraga, tercera por la izquierda, con sus compañeros de El Jacobino. Fotografía de la formación

LA TRIBUNA

La 'izquierda coherente' de El Jacobino se pone en marcha

La autora defiende un proyecto, El Jacobino, que representa una izquierda combativa con el capitalismo y con los proyectos nacionalistas, identitarios y excluyentes.

21 diciembre, 2022 02:29

El Jacobino empezó como un canal divulgativo, pero el proyecto comienza a perfilarse como una opción política de izquierda jacobina para España.

Somos hombres y mujeres socialistas, huérfanos de representación política, que en un principio sólo exigíamos razón, coherencia y sensatez a una izquierda institucional que hace tiempo las ha abandonado.

Tenemos en el Gobierno a una supuesta izquierda (que se dice socialista) absolutamente incapaz de defender y garantizar los derechos de los trabajadores.

Lejos de recuperar los derechos laborales que nos fueron hurtados por las reformas laborales de Gobiernos anteriores, la seudorreforma de Yolanda Díaz, vendida como hito histórico, ha venido a consolidar los aspectos más lesivos y la conculcación de derechos de anteriores reformas neoliberales.

Tenemos un Gobierno y un Ministerio de Igualdad que dicen proteger como nunca antes en democracia los derechos de las mujeres. Pero, sin embargo, al amparo de sus leyes, excarcelan y rebajan penas a violadores y pederastas. Advertimos de que esto pasaría con la ley del 'sí es sí' y, como siempre, a feministas y juristas se nos ha ignorado y vilipendiado.

Llevamos años advirtiendo sobre las implicaciones jurídicas y prácticas de la ley trans que actualmente se está tramitando. Si finalmente el 22 de diciembre se aprueba la ley trans, nuestras advertencias se verán tristemente cumplidas y seremos testigos de un retroceso sociojurídico que supone una afrenta a la libertad de expresión de quienes somos críticas con las políticas y leyes identitarias, una efectiva vulneración de los derechos de las mujeres y un atroz maltrato a la infancia.

"Queremos a Cataluña, País Vasco o Canarias porque queremos a España"

¿De qué protección a las mujeres nos habla Irene Montero, una ministra de Igualdad que no sabe que ser mujer es simplemente nacer con sexo femenino?

¿De qué feminismo nos habla un Gobierno que aprobará una ley que supone la más peligrosa afrenta, disfrazada de "inclusión", a los derechos de las mujeres y niños?

¿De qué feminismo nos habla este Gobierno que reivindica el velo en sus campañas como expresión de diversidad en lugar de como lo que es: un símbolo del islam político que esclaviza y maltrata a las mujeres?

¿De qué derechos humanos nos hablan cuando han claudicado ante el régimen marroquí y han abandonado de nuevo a nuestro pueblo hermano saharaui, cuyos derechos más básicos son cada día vulnerados?

¿De qué lucha contra la corrupción nos hablan cuando reforman el Código Penal para rebajar condenas a malversadores que han asegurado que volverán a sustraer fondos públicos y el dinero de todos los españoles para llevar a término su proyecto excluyente y reaccionario de ruptura de España?

[Opinión: Los "niños trans" son los padres]

¿De qué socialismo y protección de lo público nos hablan cuando ya los vemos dispuestos a pactar un referéndum de autodeterminación con los nacionalistas catalanes para privatizar lo más común que tenemos los ciudadanos, esto es, nuestro compartido territorio político?

Basta de falacias y acusaciones de fascismo y nacionalismo español. Qué deshonestidad intelectual, qué indecencia moral la de quienes acusan de fascistas a quienes sólo disentimos de la izquierda hegemónica. Qué execrable mofa a la obra y memoria de quienes dieron su vida y libertad luchando contra el fascismo.

Qué odio a España y qué analfabetismo político portan quienes acusan a los miembros de El Jacobino de nacionalistas españoles. Queremos a España porque queremos a Galicia, Andalucía o Madrid. Y queremos a Cataluña, País Vasco o Canarias porque queremos a España. Y no queremos en sentido patriotero romántico exaltado, sino como ciudadanos y ciudadanas comprometidas que defendemos un proyecto en favor de todos los trabajadores.

Condenamos el nacionalismo español y los golpes de pecho que a las socialistas no nos aportan nada. Condenamos los nacionalismos fragmentarios que buscan el bienestar sólo para los suyos, levantando fronteras y rencillas con el resto de sus conciudadanos.

"Prometemos trabajar para llevar este justo ideario a las instituciones parlamentarias"

Desde El Jacobino proponemos una izquierda combativa con el capitalismo que priva de las condiciones de posibilidad para vivir una vida efectivamente libre y digna. Y proponemos también una izquierda combativa con los proyectos nacionalistas, identitarios y excluyentes que pretenden privarnos de nuestro territorio y derechos de ciudadanía extranjerizando y enfrentando a millones de ciudadanos. Proponemos y prometemos trabajar para llevar este justo ideario a las instituciones parlamentarias.

Inspirándome en las palabras de Cristina Peri Rossi, afirmo que, con el dolor por esta izquierda desleal y desnortada, por el dolor causado por la traición a hombres y mujeres socialistas que nos han dejado huérfanas de representación política, podemos hacer dos cosas.

Convertirlo en odio y rencor. O elaborarlo, sublimarlo y convertirlo en crecimiento, fraternidad y proyecto concreto. Este último es el camino de El Jacobino. España y la razón, en marcha, hacia una república unitaria y socialista.

*** Paula Fraga es abogada especializada en Derecho penal y de familia. Este artículo es el discurso ligeramente modificado que el día 17 de diciembre pronunció en la presentación pública de El Jacobino en Madrid.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, a su llegada a la reunión de la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados.

El Parlamento y el Tribunal Constitucional, en la encrucijada

Anterior
.

La Corona es la siguiente pieza a batir de Sánchez

Siguiente