Cientos de manifestantes, en las calles de Rabat.

Cientos de manifestantes, en las calles de Rabat. EFE

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Rebelión en Marruecos después de la trágica muerte de un vendedor de pescado

Un vendedor de pescado del Rif que perdió la vida por defender su mercancía ha movilizado a todo Marruecos. 

30 octubre, 2016 22:01
Rabat

Cientos de marroquíes (entre 1.000 y 2.000, según fuentes amazigh) corearon por el centro de Rabat, la capital administrativa de Marruecos, "Todos somos del Rif", haciendo alusión a la procedencia del comerciante fallecido en Alhucemas el viernes. También se escucharon cánticos habituales en las movilizaciones populares, como "Dignidad, libertad y justicia social" y en contra del Gobierno y Palacio.

Lo que iba a ser una sentada delante del Parlamento marroquí se convirtió en un desfile de ciudadanos desde el centro de la ciudad hasta la puerta de la Dirección General de la Seguridad Nacional (DGSN) y el Tribunal de Justicia que recordaba a las grandes manifestaciones del 20 de febrero, movimiento que enarboló la primavera árabe en Marruecos.

En la avenida Mohamed V, arteria principal de Rabat, hubo alusiones a Mohamed Bouazziz, el joven vendedor ambulante tunecino que se inmoló en 2010 en protesta por la confiscación de su puesto de frutas y que supuso el motor de las revueltas en Túnez y el resurgir de la Primavera Árabe. Mouhcine Fikri, también joven (31 años) y vendedor de pescado, murió el viernes en Alhucemas, norte de Marruecos, aplastado por un camión de la basura por intentar salvar la mercancía que la habían confiscado las autoridades.

Rabat no es una excepción, los ciudadanos marroquíes salieron en las principales localidades del país, hasta en 30 ciudades, y tienen intención de continuar el lunes al menos en la zona del Rif. Las llamadas a manifestarse se multiplicaron en las redes sociales a lo largo de las siguientes 48 horas del suceso y ni el primer ministro, Abdelilah Benkirane, las ha conseguido parar.

El secretario general del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), de corte islamista moderado y ganador de las elecciones legislativas, llamó el domingo por la mañana a los militantes a no secundar las protestas de lo que definió como un "desafortunado incidente". "En Alhucemas está todo cerrado en solidaridad con nuestro vecino. La noche que murió salió todo el mundo a la calle, y el sábado desde las 10 de la mañana hasta las 20.30h. también se protestó por esta injusticia", explica por teléfono a EL ESPAÑOL Samir desde Alhucemas. Este funcionario, vecino de la localidad rifeña y que conocía a Mouhcine Fikri, aseguró a este medio que "era un buen chico que se pasaba el día en el puerto".

Aplastado por un camión de basura

Habiba es militante de la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), pero también defensora de la causa del Rif de donde es originaria. Con una bandera amazigh en mano, explicó en la manifestación de Rabat a El ESPAÑOL: "Estoy en contra de lo que le hicieron a Mouchine y de quienes se lo hicieron. No es humano. Esto es una catástrofe. No hay justicia, son unos irresponsables. Mandaron que lo mataran".

Policía, autoridades locales y el veterinario del puerto de Alhucemas detuvieron el viernes a Mouhcine Fikri con 500 kilogramos de pez espada, un tipo de pescado que no se puede capturar en esa zona. Le requisaron la mercancía, que también pertenecía a otros tres comerciantes de Alhucemas, con intención de destruirla. Los vendedores, para evitarlo, se precipitaron a un camión de basura que disponía de una máquina trasera para comprimir los deshechos. Cuando se accionó el mecanismo de la trituradora, los otros comerciantes tuvieron suerte y consiguieron salir del vehículo, pero Fikri murió aplastado, "creo que no pudo porque tenía un poco de peso", precisó Samir. La tragedia consternó a los ciudadanos de Alhucemas y rápidamente se extendió al resto del país.

Hasta 3.000 personas al pie del cortejo fúnebre

El domingo el féretro con el cadáver del joven recorrió los 18 kilómetros que separan Alhucemas de su población natal, Imzuren. Pero no lo hizo solo, los vecinos de la localidad caminaron alrededor hasta llegar al cementerio. Según los medios locales hasta 3.000 personas siguieron el cortejo fúnebre.

Hasta allí se trasladaron también el ministro de Interior y un ministro delegado a petición del Rey Mohamed VI, que se encuentra fuera del país en una gira por África. Mohamed Hassad se personó en la vivienda del fallecido e informó a la familia de que "se demandará a cualquier persona que tenga responsabilidad en este incidente, con la estricta aplicación de la ley a todos, por el incumplimiento de las obligaciones y responsabilidades", según un comunicado del ministerio.

La DGSN confirmó este domingo en un comunicado, publicado en la agencia marroquí de noticias MAP, que "se ha abierto una investigación minuciosa y exhaustiva para determinar las causas exactas del suceso". Pocas horas después del incidente apuntaban a un suicidio, pero los vídeos grabados y difundidos en internet parecen contradecir este supuesto.

El pescado una vez sale de los barcos tiene que pasar por el puerto, donde interviene la oficina de pesca marroquí para controlar el material que entra al país. La delegada de Pesca ha sido suspendida porque "no han seguido las normas que hay en la ley para la distribución de una mercancía prohibida. Por ejemplo, no se puede destruir lo requisado delante de los implicados", explicaron fuentes de la wilaya (gobernación civil) de Alhucemas a El ESPAÑOL.