Cisnes blanco y uno negro sobre unas monedas.

Cisnes blanco y uno negro sobre unas monedas. iStock

Mercados

Más allá de la recesión o las subidas de los precios: los ‘cisnes negros’ que pueden afectar a las bolsas en 2023

Se trata de acontecimientos que aparentemente no se podían prever pero que tienen un gran impacto socioeconómico.

7 enero, 2023 01:25

En sus previsiones para 2023 los expertos han coincidido en señalar la evolución económica, la inflación o las decisiones de los bancos centrales como los principales factores que afectarán a los mercados en este ejercicio. Sin embargo, y como suele ser habitual cada año, otros han previsto varios acontecimientos poco probables que pueden impactar en las bolsas. Son los conocidos como ‘cisnes negros’.

“Numerosos indicadores apuntan ya a una recesión en Europa y en Estados Unidos también parece probable que sea una realidad este año”, advierten los expertos de J. Safra Sarasin en una nota titulada ‘Factores que afectarán a los mercados en 2023’.

El miedo a que la economía mundial termine descarrilando, en gran parte debido a la actuación de los bancos centrales, fue una constante en la segunda mitad de 2022 y parece que sigue siéndolo en el recién estrenado 2023. Sin embargo, desde Schroders apuntan a que “el temor a una recesión puede resultar infundado” al menos en algunos países.

Factores

En este contexto, los analistas de AXA IM esperan que el Banco Central Europeo (BCE) aumente el tipo de interés de la facilidad de depósito 50 puntos básicos, tanto en febrero como en marzo y que añada otros 25 puntos básicos en la reunión de mayo. Asimismo, anticipan que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) incremente las tasas 50 puntos básicos en el primer trimestre del año, lo que situaría el tipo objetivo de los fondos federales en un nivel máximo del 5%.

Tal y como consideran en Bankinter, “lo más razonable es que las bolsas, tras digerir los movimientos y mensajes de los bancos centrales de diciembre, sigan rebotando despacio a lo largo de 2023, con altibajos según sean los datos y evolucionen los acontecimientos”, destacan también en su informe de previsiones para este ejercicio.

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Algunos de esos eventos podría ser una nueva escalada en la guerra de Ucrania, la posibilidad de una nueva reducción del suministro de gas ruso a Europa o la postura de China sobre Taiwán. Se trata, explican en Schroders, “de posibles ‘cisnes negros’ de naturaleza binaria e imposibles de predecir con certeza”. “Cualquiera de estas posibilidades sería extremadamente negativa para los mercados mundiales”, determinan.

Se conoce como ‘cisnes negros’ a los “ acontecimientos que aparentemente no se podían prever, que tienen un gran impacto socioeconómico y que, una vez ocurridos, se analizan con retrospectiva y finalmente se convierten en sucesos que sí podían esperarse”.

'Cisnes negros'

Así los definen los analistas de Saxo Bank que, como cada año, han publicado sus diez ‘cisnes negros’ de 2023. En su decálogo, el banco danés incluye la dimisión del presidente de Francia, Emmanuel Macron, la subida del oro hasta los 3.000 dólares por onza -ahora en torno a los 1.870-, la creación de unas fuerzas armadas por parte de la Unión Europea (UE) o la decisión de un país de prohibir la producción de carne con objetivo de reducir las emisiones de CO2.

“Después de una recesión y una gran presión interna, Reino Unido sufre una agitación política que terminará con una votación para retroceder en el brexit”, continúa la nota en la que Saxo Bank desgrana sus previsiones.

Completan la lista el control de precios para reducir la inflación, la salida de los miembros de la OPEP+, China e India del Fondo Monetario Internacional (FMI), la prohibición de paraísos fiscales y la revisión por parte de Japón de su sistema financiero tras fijar el suelo del yen en 200 dólares.

A pesar de que lo normal sería que estas previsiones no se cumplieran, desde Saxo Bank recuerdan que acertaron con el brexit o el desplome de las bolsas de 2008.

Byron R. Wien y Joe Zidle, vicepresidente y estratega jefe de inversión del área de Private Wealth Solutions de Blackstone, respectivamente, también han acertado con algunas de sus estimaciones poco probables.

Para Wien estas "sorpresas" son eventos a los que “el inversor medio” solo darían un 33% de posibilidades, pero al que él da un 50%.

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En su edición de 2023, la trigésimo octava, incluyen la posibilidad de que banco central estadounidense mantenga su política monetaria en terreno negativo durante demasiado tiempo, provocando una recesión leve. También dan elevadas posibilidades a que el mercado toque fondo a mediados de año y que comience una recuperación comparable a la de 2009.

Otros ‘cisnes negros’ que contemplan son que Estados Unidos se convierta en el mayor productor de petróleo del mundo, el alto el fuego y la negociación sobre una división territorial en Ucrania y el éxito de Elon Musk en la gestión de Twitter.

'Rinocerontes grises'

Los analistas de Nomura también han hecho un listado con acontecimientos poco probables. Su lista la forman tanto ‘cisnes negros’ como ‘rinocerontes grises’, “un acontecimiento muy probable pero ignorado, que es una cuestión de cuándo ocurrirá, no de si ocurrirá”.

En total, son 16 predicciones sin ningún tipo de preferencia. Más allá de una inflación estructural más alta o que los bancos centrales “se acobarden” y toleren un nivel de precios más elevado, mencionan la reapertura total de China tras las limitaciones contra el coronavirus o las subidas de las materias primas.

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Asimismo, prevén la posibilidad de que, a medida que se agrave la recesión en Europa, los países del sur de la región “derrochen en estímulos fiscales, poniendo a prueba la herramienta antifragmentación del BCE”. Pero el nuevo Instrumento para la Protección de la Transmisión (TPI, por sus siglas en inglés) “no les cubre las espaldas tanto como se esperaba”, advierten.

En sus previsiones también señalan la posibilidad de que el dólar pierda su papel de moneda de reserva mundial y que las revueltas sociales y la crisis de refugiados se intensifiquen hasta desembocar en lo que han denominado una “Primavera Árabe II”. Otros de sus ‘cisnes negros’ son un ciberataque a gran escala o que tenga lugar otra pandemia mundial.